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Cuba perdura como uno de los países con menor índice de acceso a Internet por parte de sus ciudadanos. De las cinco generaciones existentes en la isla, ninguna ha nacido con el derecho del acceso libre al internet.
Hasta el momento, la red de redes continúa restringida a unos pocos lugares de trabajo y menos del 4% de los hogares, incluyendo aquellos de oficiales de alto rango, ejecutivos extranjeros y de los medios, doctores, intelectuales y artistas.
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El gobierno que durante más de medio siglo mantiene la isla ha reconocido en numerosas ocasiones (Asambleas Nacionales, Foros de Tecnología, debates y Congresos del PCC) que la falta de acceso a Internet es una problemática con repercusiones negativas para la población.
No obstante, la pequeña élite de poder “socialista” que rige el país enfrenta un dilema: expandir el acceso a Internet para impulsar su economía y satisfacer su población sin dejar que se les vaya de las manos el control de la información que durante tantas décadas han sabido restringir.
Un equipo de Google visitó la isla en junio y sugirió que podría proveer antenas para traer conexiones de alta velocidad al 70% de los hogares en un rango de 3 años a un costo despreciable para Cuba.
La idea fue bateada al momento por el gobierno cubano a través de declaraciones del Vicepresidente Machado Ventura, sospechoso de que Google pudiese tener lazos con el departamento de estado de los EEUU.
A pesar de tales condiciones, un espontáneo mercado de tecnología alternativo o “por la izquierda” se ha abierto paso en los últimos años de la mano de los pocos privilegiados que logran un acceso ilimitado a Internet ocasionalmente.
Soluciones informáticas, aplicaciones para sistemas operativos Android e iOS, shows y series estadounidenses, mexicanas o españolas, realities, revistas, videos clips, publicidad y sitios de anuncios clasificados son algunas de las iniciativas que se han desarrollado y distribuido al margen de las regulaciones estatales.
La peculiar distribución “offline” de estos contenidos se realiza a través del conocido “Paquete Semanal”, una colección digital que presenta una alternativa a los contenidos de la televisión cubana, meramente estatal.
El fundador del “Paquete”, Elio Héctor López, fue citado por la revista Forbes como uno de los “revolucionarios” en el incipiente ámbito tecnológico cubano.
López declaró que el “Paquete” es un “eslabón principal” en este movimiento porque permite la distribución de productos que de otra manera no tendrían “ese papel tan importante que tienen hoy en la vida del cubano”.
Hiram Centelles, cofundador de “Revolico”, una plataforma digital para anuncios de ventas y publicidad, declaró en entrevista a la agencia española EFE que “en Cuba se está haciendo mucho en el tema de la tecnología, aunque no se vea”, que los impulsores de estas iniciativas son casi siempre anónimos y se mueven por el instinto cubano de “resolver con lo que haya”.
“Revolico” fue censurado por el gobierno cubano en el año 2008, aunque según Centelles -que reside en España desde 2012- la mitad de las ocho millones de visitas que el sitio recibe al mes se realizan desde la isla.
De acuerdo con datos oficiales, Cuba ya superó los tres millones de usuarios de internet el pasado año y presenta una tasa de conectividad del 5 %.
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