El reconocido investigador, folklorista, etnólogo y Premio Nacional de Danza y de Literatura, Rogelio Martínez Furé, falleció este lunes a los 85 años en La Habana, Cuba.
Originario de Matanzas, Martínez Furé fue además cantante, compositor y coreógrafo; integró el Conjunto Folklórico Nacional desde su fundación y lo acompañó en su última gira por Estados Unidos en 1995.
Por la importancia capital de su aporte para la literatura, escrita y oral, Rogelio Martínez Furé ganó el Premio Nacional de Literatura 2015, según consideró el jurado de la más importante distinción entregada cada año por el Instituto Cubano del Libro del Ministerio de Cultura, presidido en esa edición por el escritor Eduardo Heras León.
Durante su vida, el eminente africanista también obtuvo la Distinción por la Cultura Nacional, fue Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte de La Habana, Medalla Alejo Carpentier, Premio Nacional de Investigación Cultural (2001), Premio Nacional de Danza (2002) y Premio Internacional Fernando Ortiz (2004).
Martínez Furé legó invaluables estudios para la cultura y las expresiones tradicionales en la Isla: más de 20 libros, folletos y publicaciones, entre los que destacan Poesía anónima africana (1968), Mambisa palenque (1977), Diálogos imaginarios (1979), Diwan africano (1988, 1996), y Briznas de la memoria (2004).
Pequeño Tarikh, apuntes para un diccionario de poetas africanos (2014), uno de sus últimos títulos, está considerado una obra sin precedentes, al exponer de manera ordenada en varias lenguas y dialectos la producción literaria africana de todos los tiempos, sin sobredimensionar ninguna obra o autor.
En una entrevista para el periódico Granma en 2016, Martínez Furé confesó preguntarse cómo era posible que, siendo África uno de los componentes esenciales de la identidad cubana y americana, fuera tan pobre el conocimiento general sobre él.
Su profundo conocimiento de distintos dialectos africanos y “lenguas de las metrópolis” fue compartido en toda su obra. “Yo creé una persona, del Yo del español y el Nu, del creole, que significa nosotros, que escribo y está en muchos de mis libros, el yonu”, comentó en ese momento.
«He tratado siempre de ser puente, y nunca frontera. Y estudio África para comprenderme y comprendernos mejor», resumió entonces Martínez Furé.
Tras su muerte, la destacada musicógrafa cubana Rosa Marquetti Torres, escribió en su perfil personal en Facebook: “Nos siguen abandonando las grandes cabezas pensantes, los sabios, que parten, dejándonos en una orfandad de inteligencia y compromiso con Cuba que no parece podamos resolver en el corto plazo”.
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