Una sucursal del banco Wells Fargo en el oeste de la ciudad de Hialeah congeló de forma inesperada las cuentas a un cubano residente permanente en EE.UU. y a su esposa, ciudadana de origen estadounidense.
“Mi esposo fue a depositar su cheque y el banco le dijo que no podía poner ni sacar dinero de la cuenta porque había sido congelada”, explicó en declaraciones a Telemundo 51 una de las partes implicadas, quien precisó que son clientes de ese banco desde hace siete años.
La entidad bancaria requirió al ciudadano de origen cubano -que ha sido residente permanente en EE.UU. desde los años 90 del pasado siglo- que presentara documentos que confirmaran su residencia legal, incluyendo su tarjeta de residencia (green card) y su número de seguridad social.
Además tuvo que firmar una declaración jurada en español en la que debió asegurar que no tiene vínculos con el Partido Comunista de Cuba ni con organismos represivos del régimen.
En la declaración figuraba, además, que no tiene intención de regresar a la isla.
El incidente ocurrió sin previo aviso el viernes de la pasada semana, según explicó la mujer, que prefirió mantener su identidad bajo anonimato.
El citado medio de prensa precisó que las directrices de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros en EE.UU. (OFAC), exige a los bancos verificar la identidad y el estatus migratorio de los cubanos, así como asegurarse de que hayan residido fuera de Cuba durante al menos dos años y no pretendan regresar a la isla.
No obstante, tales requerimientos han causado desconcierto y molestia entre algunos clientes, especialmente entre aquellos que ya han demostrado su residencia y que han sido clientes del banco desde hace muchos años.
Wells Fargo no ha precisado cuántos clientes están sujetos a ese proceso, ni tampoco los criterios para exigir la firma de la declaración jurada.
Aunque las cuentas de la pareja fueron finalmente desbloqueadas y el banco se mantiene en contacto con ellos, el caso genera preocupación sobre la puesta en práctica de las directrices de la OFAC y sus efectos sobre los residentes cubanos en Estados Unidos.
Hasta el cierre de esta nota no hay otros detalles sobre el singular incidente.
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