La policía de Miami Dade arrestó a un niño de siete años y lo condujo, esposado, a las instalaciones del Nicklaus Children’s Hospital, según un vídeo grabado por personas que estaban en el lugar, quienes presenciaron el momento en que el menor, con las manos a la espalda, bajaba del auto policial.
“Esas esposas están apretando demasiado al niño”, le advierte una de las testigos a la agente, que no le presta atención, a lo que otra observadora le responde: “Tranquila, que el abogado se encargará de todo. Además, ella no entiende español”.
Ambas mujeres intentaban, mientras esto sucedía, tranquilizar al menor con palabras dulces para restarle tensión a la situación. Además, teléfono en mano, siguieron a la oficial y al niño mientras ingresaban al centro médico.
Horas después del arresto, motivado por la presunta agresión del niño a una maestra, Univisión entrevistó a la madre del menor, Mercy Álvarez, quien dijo estar agradecida con el colegio por el modo en que le ayudaban a tratar los problemas de conducta de su hijo, pero aseguró que la manera en que se procedió con él fue “inaceptable”.
“Creo que es un abuso policial; un abuso de poder”, dijo a la cadena televisiva. Supuestamente, explicó, el niño había empujado y golpeado a la profesora, lo que reconoció que “no está bien hecho, pero hay que buscar el porqué el niño lo hizo, que fue lo que pregunté en la escuela”. Según dijo, el niño estaría siendo víctima de acoso en el centro, el colegio Coral Way K8, que lo ha suspendido por 10 días.
Álvarez censuró la actitud de la maestra, quien tras el episodio con el menor, movilizó a a tres patrullas policiales. Una portavoz de las escuelas del condado, por su parte, emitió un comunicado en el que describió la actuación del niño como “errática”, lo cual motivó que se le aplicaran restricciones “según la ley Baker” y se le trasladara a un hospital para ser evaluado.
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