Las activistas cubanas Sindy Rivery y Carolina Barrero fueron liberadas en la tarde noche del domingo luego de que un carro de la Policía se las llevara detenidas cuando caminaban por la iglesia de la Merced en La Habana Vieja.
Barrero contó en su perfil de Facebook que ambas fueron detenidas en la puerta de la iglesia mientras caminaban.
"Yo quería leer poesía por los desaparecidos, los presos políticos de las salas de hospital y los de las mazmorras de Villa Marista, por los torturados", dijo Barrero.
"Es tan grande la confusión que también quieren hacer pasar la poesía por delito", agregó en referencia a la conducta de las fuerzas represivas del régimen cubano.
"El único delito es de quienes penalizan la belleza", apuntó la joven, quien hasta hace algunos días permanecía sitiada en su casa por agentes de la Seguridad del Estado.
Tras conocerse la detención este domingo de las jóvenes, varios activistas cubanos presionaron a través de redes sociales para que la Policía cubana informara el paradero de las dos mujeres.
"Íbamos camino a la Iglesia de la Merced en la Habana Vieja a encontrarnos con Sindy Rivery y Carolina Barrero, al llegar no encontramos a nuestras amigas que nos habían dicho que estaban allí y nos enviaron esta foto. Sólo se encontraban allí agentes de la Seguridad del Estado. Las dos tienen el teléfono apagado, por lo que creemos que se las llevaron", escribió Carolina Sansón en la plataforma de Facebook.
El periodista independiente Héctor Valdés Cocho también había cuestionado "Dónde están Sindy Rivery y Carolina Barrero? Tanto pánico a dos mujeres!?", mientras que Camila Lobón dijo "Libertad inmediata, basta de arbitrariedades y juegos macabros. No somos cuerpos que puedan detener a su antojo. Esas estrategias represivas profilácticas son una burda violación de derechos y del más elemental sentido común, eso es violencia. Suelten a Sindy y a Carolina ya!!"
A inicios de mayo la policía política cubana detuvo a Barrero bajo acusaciones de un presunto delito de “alteración del orden”, cuando se dirigía a la estación policial de San Miguel del Padrón a exigir la liberación de los manifestantes de la calle Obispo en la Habana Vieja.
La joven historiadora de Arte había sido sometida a un encarcelamiento domiciliario por más de un mes, y se le impusieron restricciones adicionales al resto de los vecinos. También fue detenida de manera violenta por querer ir a ver a Luis Manuel Otero Alcántara, quien se encontraba por esos días en huelga de hambre y de sed. Ha sido vejada y amenazada en reiteradas ocasiones.
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