Los vecinos de Cienfuegos se enteraron el pasado 2 de marzo que para acceder ala WiFi, a la tienda, a la farmacia, a la piscina o al bar del hotel La Unión, ubicado en el centro de la ciudad, y perteneciente al grupo español Meliá, debían abonar 2,00 CUC, según informa el periódico oficialista 5 de Septiembre.
La medida, que tomó por sorpresa a los cienfuegueros, terminó indignándolos no sólo porque viola el capítulo VI, artículo 430 de la Constitución cubana, que otorga a los cubanos el derecho a acceder a todas las instituciones públicas y recreativas del país sin distinción de raza, sexo o creencias religiosas. También porque muchos pensaron que había habido un retroceso y que se había dado marcha atrás a la reapertura de los hoteles para los cubanos decretada por Raúl Castro en el año 2008.
La iniciativa, aprobada por el Grupo Gran Caribe en Cienfuegos y desconocida por el grupo hotelero Meliá, se tomó para controlar el acceso de cienfuegueros que no consumen, pero entran al hotel, sobre todo, a usar los baños.
"¿Cuba no es de nosotros? ¿Quién tiene potestad para limitar así la entrada a un sitio emblemático de esta ciudad? ¿Por qué nos permitimos esas indolencias?”, señaló la cienfueguera Magalys Fuentes Suárez al rotativo oficialista al ser entrevistada cuando buscaba una pomada en la farmacia del hotel para tratarse una culebrilla.
“Esto se estaba convirtiendo en una terminal de ómnibus, las personas decían que iban a la tienda y realmente lo que hacían era ir a los baños de la piscina, porque no teníamos custodio en esa zona para regular la entrada", explica Bernardo Villafaña Sacerio, subdirector del complejo Jagua.
Fue entonces cuando creyeron que cobrar 2,00 CUC por la entrada, incluyendo un cóctel en la piscina, sería una buena forma de disuadir a los visitantes no deseados. "Solo se aplicó dos días y no recaudamos nada”, explica.
El rotativo oficialista le corrige y asegura que la medida no estuvo vigente dos días sino cinco y no recaudó nada porque la gente dejó de entrar al hotel.
"Yo fui el viernes 2 de marzo y ya estaba la medida; incluso, me dijeron en la puerta que había sido a partir del 1ro. No me dejaron entrar ni a la tienda ni a la farmacia, porque no pagué. Cuando pedí explicaciones, solo se limitaron a responder que era una orden y ellos debían cumplir. (…) De regreso a casa, oí a una pareja hablar sobre lo mismo y ambos coincidían en que era una falta de respeto para los cienfuegueros; ya no son tiempos de cerrar puertas”,comentó Odalis Pérez Cruz al diario 5 de Septiembre.
Yolanda Penado Moreno, directora de Calidad y Atención al Cliente de Meliá Hotels International División Cuba asegura que en cuanto tuvieron noticia de lo que estaba ocurriendo en el hotel La Unión de Cienfuegos, pidieron a los directivos que rectificaran ya que esta medida no se aplica en ningún otro hotel de le cadena. Ella achaca la medida a un "error de interpretación" cuando se les pidió más control en los accesos. En ningún caso se hacía referencia a cobrar la entrada. La medida quedó suspendida el 6 de marzo.
El director del hotel La Unión justifica su proceder explicando que aunque hay muchas tiendas en el bulevar de Cienfuegos, la gente prefiere entrar a la del hotel pese a que su surtido es escaso. "¿Por qué las personas quieren entrar a la nuestra, que apenas tiene algo de mercancías?", se pregunta. Además lamenta que ahora tendrá que contratar varios custodios para la zona de la piscina donde están los baños.
El rotativo oficialista recuerda que a diferencia de otras ciudades del país, la mayoría de edificios emblemáticos de la ciudad, como el propio hotel La Unión, son joyas del patrimonio cultural de la provincia y no se le puede negar a los padres el derecho de enseñárselos a sus hijos.
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