Un informe provisional del Subcomité de la Cámara de Representantes que supervisa la Agencia Central de Inteligencia (CIA) concluye que un adversario extranjero podría estar detrás de algunos de los incidentes del llamado “Síndrome de La Habana”, un fenómeno que ha afectado a diplomáticos y funcionarios de Estados Unidos en diversas partes del mundo desde 2016.
El informe, publicado el 5 de diciembre, critica severamente a la comunidad de inteligencia estadounidense por obstaculizar la investigación y proporcionar evaluaciones previas que califican de "dudosas y engañosas". El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes anunció la apertura de estas investigaciones a finales de febrero.
Según el presidente del subcomité de la CIA del Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Rick Crawford, existen indicios sólidos de que ciertas agencias intentaron minimizar el fenómeno para evitar consecuencias políticas y desviar la atención del Congreso.
El documento acusa a la comunidad de inteligencia de “frustrar los esfuerzos de investigación” al retrasar información clave, censurar documentos y limitar quién podía testificar ante el Congreso.
Crawford aseguró que el subcomité ha recopilado pruebas significativas que respaldan la hipótesis de que un adversario extranjero está involucrado en algunos casos del síndrome, aunque los detalles más sensibles fueron reservados para un informe clasificado que se publicará próximamente.
“Parece cada vez más probable que un adversario extranjero esté detrás de algunos de estos incidentes. La comunidad de inteligencia ha intentado bloquear nuestra investigación en cada paso”, indica el informe.
Entre los hallazgos, se destaca que el Consejo Nacional de Inteligencia presentó en 2023 una evaluación oficial que desestimaba la posibilidad de un ataque extranjero, atribuyendo los síntomas a factores ambientales o condiciones preexistentes. Sin embargo, el subcomité sostiene que dicha evaluación carecía de “integridad analítica” y fue diseñada para ser “políticamente aceptable”.
Respuesta de las agencias de inteligencia y perspectiva de las víctimas
En una declaración al diario Miami Herald, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional rechazó categóricamente las acusaciones del informe, calificándolas de infundadas.
Acorde a esta fuente gubernamental, la investigación fue “una de las más completas” en la historia de la comunidad de inteligencia, que utilizó todos sus recursos técnicos y operativos para esclarecer los incidentes.
La CIA también defendió su actuación, asegurando que proporcionó miles de páginas de documentos al Congreso y facilitó numerosas sesiones informativas. Sin embargo, el informe señala que parte de esta información fue entregada de manera incompleta y con retraso.
Mark Zaid, abogado de varias víctimas del Síndrome de La Habana, sostuvo que el informe del Congreso confirma lo que muchos afectados han denunciado durante años: un encubrimiento deliberado por parte de la comunidad de inteligencia.
Un exfuncionario identificado como “Paciente Cero” aseguró que el gobierno estadounidense ha permitido que sus adversarios actúen con impunidad. “Mientras la comunidad de inteligencia se dedica a encubrir esto, nuestros adversarios se vuelven más audaces y efectivos”, afirmó el denunciante.
Un fenómeno aún sin explicación
Desde que se reportaron los primeros casos en 2016 en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, cientos de diplomáticos, agentes de inteligencia y sus familias han sufrido síntomas como migrañas, pérdida de memoria, problemas auditivos y dificultades cognitivas. Posteriormente, se reportaron casos similares en Rusia, China, Europa y hasta en Washington D.C.
El gobierno estadounidense ha reconocido oficialmente a más de 300 afectados, incluidos varios niños, quienes han recibido tratamiento médico especializado en instalaciones militares. Algunos de ellos incluso fueron compensados financieramente tras certificarse que sus dolencias no podían explicarse por factores ambientales conocidos.
Antecedentes y controversia
La naturaleza y origen del “Síndrome de La Habana” siguen siendo objeto de debate. En marzo de 2023, una evaluación de inteligencia de siete agencias estadounidenses descartó la posibilidad de que un actor extranjero fuera responsable, atribuyendo los síntomas a causas naturales.
Sin embargo, investigaciones paralelas, incluidas las de medios como The Insider, 60 Minutes y Der Spiegel, señalaron al servicio de inteligencia ruso GRU como posible responsable del uso de armas de energía dirigida.
Por su parte, el gobierno cubano ha calificado reiteradamente las investigaciones estadounidenses como una “farsa política”. En abril de 2024, funcionarios de la Cancillería cubana desestimaron las acusaciones, llamando al fenómeno el "Síndrome de Washington".
Asimismo, un informe de la CIA de enero de 2022 consideró “muy poco probable” que un adversario extranjero fuera responsable de los casos, aunque no descartó esta posibilidad para un número reducido de incidentes.
La controversia también se ha visto alimentada por testimonios como el de un médico de la CIA, quien aseguró haber experimentado síntomas durante una misión investigativa en La Habana en 2017. El especialista describió sensaciones de presión extrema en la cabeza y pérdida de orientación, síntomas similares a los reportados por otros afectados.
Próximos pasos
El subcomité se comprometió a continuar su investigación, prometiendo publicar un informe final que aborde con mayor detalle las supuestas irregularidades en la evaluación realizada por la comunidad de inteligencia.
Además, instó al gobierno a garantizar atención médica a largo plazo para los afectados y mejorar la cooperación entre las agencias gubernamentales.
Aunque aún persisten muchas preguntas sin respuesta, el informe provisional reaviva el debate sobre el origen del Síndrome de La Habana y la posible implicación de un adversario extranjero en uno de los enigmas más complejos de la seguridad nacional de Estados Unidos.
La reaparición del “Síndrome de La Habana” y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca
La reaparición del “Síndrome de La Habana” como un tema prioritario en el Congreso de Estados Unidos podría adquirir una nueva dimensión ante la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Históricamente, la administración Trump adoptó una postura de "mano dura" hacia Cuba, aplicando sanciones y revirtiendo políticas de acercamiento establecidas por su predecesor, Barack Obama.
Si Trump regresa a la presidencia, el renovado interés en la investigación podría alimentar una narrativa de confrontación geopolítica. Algunos factores a considerar son:
1. Endurecimiento de la política exterior:
Trump podría utilizar el informe del Congreso para justificar un enfoque más agresivo contra regímenes considerados hostiles, como el cubano, ruso o chino. Esto se alinea con su estrategia previa de seguridad nacional, que priorizó la presión diplomática y económica sobre adversarios estratégicos.
2. Revisión de relaciones diplomáticas:
Los incidentes del “Síndrome de La Habana” provocaron el cierre parcial de la Embajada de Estados Unidos en Cuba durante el mandato de Trump, así como la expulsión de diplomáticos cubanos. Si se sostiene la tesis de un adversario extranjero, es probable que un gobierno liderado por Trump restablezca estas medidas o imponga nuevas sanciones.
3. Escalada de tensión con Rusia y China:
El informe sugiere que agentes rusos podrían estar involucrados en los ataques, una acusación que podría intensificar la tensión entre Washington y Moscú. Además, China, otro adversario clave en la política exterior de Trump, también ha sido mencionada en investigaciones previas.
4. Uso político del informe:
Trump es conocido por utilizar temas de seguridad nacional como herramientas políticas. La narrativa de un ataque extranjero encubierto podría ser empleada para reforzar su imagen de líder fuerte ante la opinión pública, especialmente en un contexto electoral.
5. Presión sobre la comunidad de inteligencia:
El informe del Congreso acusa a la CIA y otras agencias de inteligencia de ocultar información sobre el fenómeno. Esto podría convertirse en un nuevo frente de conflicto para una administración de Trump, dada su histórica desconfianza hacia estas agencias durante su primer mandato.
En conclusión, la llegada de Trump a la Casa Blanca podría significar un giro significativo en la política estadounidense respecto al “Síndrome de La Habana”. Esto podría traducirse en acciones diplomáticas, sanciones económicas y un discurso más confrontativo hacia los países señalados como posibles responsables.
Preguntas Frecuentes sobre el Informe del Congreso y el Síndrome de La Habana
¿Qué es el Síndrome de La Habana y quiénes han sido afectados?
El Síndrome de La Habana es un fenómeno que ha afectado a diplomáticos y funcionarios de Estados Unidos desde 2016, presentando síntomas como migrañas, pérdida de memoria y problemas auditivos. Se han reportado casos en Cuba, Rusia, China, Europa y Washington D.C., afectando a más de 300 personas, incluidos niños.
¿Qué concluye el informe del Congreso sobre el Síndrome de La Habana?
El informe del Congreso sugiere que un adversario extranjero podría estar detrás de algunos incidentes del Síndrome de La Habana. Critica a la comunidad de inteligencia estadounidense por obstaculizar la investigación y proporcionar evaluaciones "dudosas y engañosas".
¿Qué postura tiene la comunidad de inteligencia de EE.UU. sobre el informe del Congreso?
La comunidad de inteligencia, incluyendo la CIA, rechaza categóricamente las acusaciones del informe, alegando que la investigación fue extremadamente completa. Sin embargo, el informe del Congreso critica la entrega tardía e incompleta de información.
¿Cómo podría afectar el informe al enfoque de la política exterior de Estados Unidos?
Con la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el informe podría justificar un enfoque más agresivo hacia regímenes considerados hostiles, como el cubano, ruso o chino. Esto podría incluir sanciones económicas y un discurso más confrontativo.
¿Cuál es la posición del régimen cubano respecto al Síndrome de La Habana?
El régimen cubano ha calificado las investigaciones estadounidenses sobre el Síndrome de La Habana como una "farsa política". Niegan cualquier implicación y afirman que el síndrome es un falso pretexto para mantener a Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo.
Archivado en: