5 cucharadas grandes de azúcar para el caramelo.
490 ml de leche evaporada
490 ml de leche condensada
3 Huevos
1 cucharadita de vainilla (opcional)
En una cazuela pequeña o sartén se pone a derretir a fuego media el azúcar revolviendo a cada rato con una cuchara de madera y muy pendiente del color del azúcar para que no se queme el caramelo. Es muy probable que haya que bajar la temperatura a medida que comience a derretir el azúcar.
Una vez que el caramelo ya está liquido, con mucho cuidado se echa en el molde del flan y se le da vuelta para que vaya pegándose por las paredes de nuestro molde. Cuando ya esté extendido se deja en la encimera para que refresque y se ponga duro el caramelo.
En un recipiente hondo mezclamos los 3 huevos batidos con la leche evaporada y la leche condensada y agregamos el chorrito de vainilla. Es fundamental que la mezcla quede homogénea así que con un batidor manual mezclaremos muy bien hasta que todo el líquido quede bien uniforme .
Una vez que ya se ha puesto duro el caramelos del molde y se ha agarrado bien a las paredes, echamos nuestra mezcla, cerramos el molde y lo ponemos a baño de María cuidando que el agua de la cazuela principal no sobrepase la mitad de nuestro molde. Le ponemos la tapa a la cazuela y a temperatura media lo dejamos cocinar entre 45 y 50 minutos.
Cuando hayan pasado 45 minutos puedes abrirlo y meter un cuchillo fino para saber si ya está cocinado. Si el cuchillo sale mojado aún no está listo. Debe salir totalmente seco.
En olla de presión con 30 minutos es suficiente, a fuego medio.
Antes de desmoldarlo es necesario dejarlo refrescar para que no se rompa. Puedes ponerlo en el mismo molde en el refrigerador y sacarlo justo cuando se vaya a comer.
Para desmoldarlo basta con poner un plato grande y virar el molde boca abajo. Enseguida caerá, primero el flan, y después todo el caramelo.