Este artículo es de hace 15 años
Sin embargo, hay un impulso lateral de esta devastadora erupción. La lava que brota, refertiliza la tierra para la vida de las plantas. El Ashé también ayuda en esto. El ashé provoca que se agregue carbón, así como otros minerales y nutrientes muy necesarios al suelo alrededor del volcán. Por eso se dice que Aggayú vive en el mismo centro de la tierra.
El núcleo es su casa y cuando los volcanes erupcionan es que Aggayú está llegando para ver el mundo. También se dice que Aggayú viene a transformar la tierra. Justificadamente existen algunas porciones del planeta que están sumergidas en el océano, Aggayú viene y sustituye la tierra que fue desaprovechada como consecuencia de las acciones impensadas de los humanos.
El dueño del río, Aggayú, tuvo amores con Yemayá, de los que nació Changó, orisha mayor, el de la tierra seca, deidad del desierto. Patrón de los caminantes y porteadores, también de los automovilistas, aviadores y estibadores.
Es el Patrón de la Ciudad de la Habana.
Las fuerzas terrenales que le pertenecen, simbolizan sus tremendas energías, como el vigor de los ríos que dividen los territorios, la de la lava que separa la corteza terrestre, la de los terremotos.
Es el Bastón de Obatalá. Oroína es su madre. Su naturaleza es conflictiva y frenética. Su abrigo es la Palma Real sobre todo en circunstancias difíciles.
Gusta de cargar a los niños sobre sus hombros. Se le identifica por sus pasos alargados, alzando mucho las piernas al caminar.
No puede ir a la cabeza de nadie. Sus días son los miércoles y 16 de cada mes.
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