La institución se fundó el 25 de agosto de 1986 y la primera intervención quirúrgica se realizó el 27 de octubre de 1986 se realiza la primera operación, a escasos dos meses de su inauguración.
Ubicada en los terrenos aledaños al Hospital Pediátrico “William Soler” en el barrio de AltaHabana, municipio Boyeros.
El cardiocentro constituye el centro de referencia nacional de la Cardiología y de la Cirugía Cardiovascular Pediátrica, es también el centro rector del Programa Nacional de Atención al Niño Cardiópata. La Red Cardiopediátrica Nacional, que comenzó a constituirse desde 1983, ofrece cobertura asistencial a todos los niños cardiópatas del país, garantizando la continuidad de la atención en todos los niveles del sistema de salud.
La institución brinda atención médica, intervencionista y quirúrgica mediante servicios de hospitalización y ambulatorios, así como servicios de investigación diagnóstica y rehabilitación integral en los niños con enfermedades cardiovasculares y los adultos con cardiopatías congénitas, utilizando las tecnologías más avanzadas, promoviendo la investigación y la formación del personal.
Aquí se realiza el diagnóstico prenatal y postnatal de las cardiopatías congénitas y se practican intervenciones quirúrgicas complejas que pueden realizarse a corazón abierto o por cateterismo, incluso a niños recién nacidos.
El centro ofrece tranquilidad y seguridad a la familia y al paciente en todo lo concerniente a su atención médica cardiopediátrica. Ha desarrollado un proceso en el que se integra la continuidad asistencial con la Atención Primaria y Secundaria, de alta calidad y satisface las expectativas de los pacientes y familiares, estimulando la participación de todos para que el Hospital y la Red Cardiopediátrica Nacional cunplan con eficacia y eficiencia.
El Centro Nacional de Cardiología y Cardiocirugía Pediátricas es el centro rector del Programa de atención al niño cardiópata, como parte del cual se han intervenido más de 10 mil pacientes desde su fundación
Más de 4 mil 500 niños han sido rehabilitados en el capitalino Cardiocentro Pediátrico William Soler, desde 1992, cuando inició el Programa Cubano de Rehabilitación Cardiovascular.
Anualmente se operan de 300 a 400 pacientes y además se realizan unos 300 cateterismos intervencionistas, proceder que ha sustituido el tratamiento quirúrgico de varias cardiopatías. El 70 por ciento del total de las cirugías se realizan a corazón abierto, porque son cardiopatías complejas.
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