En la primera mitad del siglo XIX Cuba era la más importante colonia española. Conectaba toda la red comercial del imperio a través de sus puertos y desde ellos salía una considerable cantidad de mercancías producidas en la Isla.
Era necesario, para potenciar el desarrollo económico, introducir los más novedosos avances de la ciencia y la tecnología. Entre ellos estuvo el Ferrocarril.
El primer ferrocarril del mundo lo tuvo Inglaterra en 1825
Cuba fue el séptimo país del orbe en poseer este medio de transporte. Después de Inglaterra lo tuvieron Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica y Rusia.
En la Isla el servicio ferroviario se inauguró oficialmente el domingo 19 de noviembre de 1837. La línea pionera iba desde La Habana hasta Bejucal. Recorría una distancia de 27,5 km. El primer tren salió a las 8:00am bajo una lluvia torrencial.
Los primeros 70 viajeros del ferrocarril cubano pagaron un precio de 20 reales por los billetes de primera clase y 5 reales por los de tercera. Se dice que el segundo viaje se dio el mismo día, a las 2:00pm.
La primera estación ferroviaria en Cuba
Para hacer la primera estación ferroviaria no fue fácil llegar a un acuerdo entre el gobierno de la Isla y los propietarios del ferrocarril. Las autoridades planteaban que la cercanía de los trenes a la muralla afectaba la protección de la ciudad.
Después de muchas discusiones se aprobó la construcción de una estación de madera. Era ligera para destruirla rápidamente, en caso de ser necesario. Se levantó en los terrenos de la Quinta de Garcini, en la calle de Oquendo entre Estrella y Maloja.
En la segunda mitad del siglo XIX se destruye parte de la Muralla de La Habana
Según la ciudad crecía a extramuros la muralla se fue convirtiendo en un elemento obsoleto. Entonces se construyó la Estación de Villanueva, en los terrenos que hoy ocupa el Capitolio Nacional.
El desarrollo del ferrocarril estuvo directamente vinculado a la industria azucarera. Era el medio de transporte ideal para trasladar toda la producción hasta los puertos. Por eso tras inaugurarse en La Habana no tardó en extenderse esta red a otras ciudades portuarias como Matanzas, Cárdenas, Cienfuegos y Sagua La Grande.
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