Desmayo común o síncope

Conocido en términos médicos como síncope o crisis vasovagal, el desmayo es la pérdida súbita, breve y transitoria del estado de conciencia, con recuperación espontánea y total, originada por una alteración de los mecanismos del sistema nervioso que controlan la presión arterial y la frecuencia cardiaca. También se le conoce como síncope neurogénico, lipotimia o desmayo común. Aproximadante un tercio de la población ha presentado en alguna ocasión una de estas crisis. Constituye la primera causa de pérdida transitoria de conciencia en la población joven (muy por encima de la epilepsia y los traumatismos encefálicos) y una de las primeras que originan solicitud de asistencia en los cuerpos de guardia. Esta no es una enfermedad, generalmente es sólo una respuesta anormal o exagerada a determinados factores desencadenantes físicos o emocionales. En casos determinados, pudiera considerarse como un síntoma de alguna enfermedad de base. Una incapacidad transitoria del sistema nervioso para controlar adecuadamente la tensión arterial y la frecuencia cardiaca es la causa principal del desmayo. Esto conduce a una caída brusca de la tensión arterial que impide llevar la sangre necesaria al cerebro. La pérdida de conciencia ocurre cuando el encéfalo recibe menos de la mitad de la sangre que le llega en condiciones normales. Aún se desconocen algunos de los mecanismos básicos involucrados en este proceso. El calor, la deshidratación, estancias prolongadas de pie, ayuno, medicamentos con acción sobre la presión arterial, aglomeraciones públicas, ingestión de alcohol, agotamiento físico y estrés emocional, son factores que pueden desencadenar un desmayo común. En muchas personas (más de una tercera parte de todos los síncopes vasovagales) se manifiestan una sola vez en la vida. En los casos moderados o severos pueden presentarse en varias ocasiones. La sistematicidad estará en dependencia de la exposición a los factores desencadenantes y la susceptibilidad del sujeto. Los síntomas aparecen con mayor frecuencia en la adolescencia. Las mujeres la padecen más que los hombres. La manifestación fundamental del desmayo es la pérdida de conciencia de breve duración (segundos a pocos minutos), con disminución del tono muscular, que provoca desfallecimiento y caída al piso, y puede estar precedida por mareos, taquicardia, náuseas, sensación de cansancio o sueño, palidez, sudoración, dolor abdominal y trastornos progresivos de la visión. La recuperación es usualmente muy rápida y no quedan secuelas neurológicas. Puede confundirse el desmayo con crisis de hipoglicemia, enfermedades cardiovasculares (arritmias, valvulopatías), algunos tipos de epilepsia, simulación de pérdida de conciencia y crisis histéricas. Es muy importante descartar la existencia de estas afecciones, pues esto cambiaría el manejo del paciente. El desmayo no tiene un tratamiento específico aunque deben evitarse los factores desencadenantes ya mencionados, lo que puede prevenir, o disminuir, estas crisis. Y si tenemos certeza de que es realmente un síncope vasovagal, no es necesario tomar medidas médicas específicas, porque la recuperación será espontánea.