Tal vez por casualidad fueron sus inicios en la radio por abril de 1948, pero al mismo tiempo fue el comienzo de una personalidad sólida, auténtica, prestigiosa, indispensable dentro de las letras cubanas. Hablamos del villareño Enrique Nuñez Rodríguez.
Nació el 13 de mayo d 1923 en la localidad de Quemado de Güines, antigua provincia de Las Villas y se graduó de Doctor en Derecho en la Universidad de La Habana en el año 1962. Fue militante del Partido Socialista Popular y del ortodoxo. Colaboró con el M-26-7 durante la tiranía batistiana.
Su incursión en los medios de comunicación cubanos fue causada por la azarosa enfermedad del laureado escritor Antonio Castells, de la CMQ, quien le planteó su reemplazo como guionista del programa “Chicharito y Sopeira”; al que siguió con “Cascabeles Candados”, dos de los tres espacios más escuchados de la radio cubana en su época. Fue ahí cuando le hicieron escritor exclusivo de Crusellas y Compañía, patrocinador de CMQ. Y así fue como su vida se convirtió en letras la mayor parte del día, pues tenía que esperar a que concluyeran los juegos de béisbol nocturnos para redactar el guión de “Chicharito…” que salía en vivo al día siguiente.
Como su exclusividad firmada solo se limitaba a la radio, durante este tiempo no dejó de aparecer en significativos órganos de la prensa plana como Zig Zag, Bohemia y Carteles. Más adelante lo haría también en Juventud Rebelde.
Pero, otra pauta en su naciente carrera la marcó la serie radial “Leonardo Moncada”, también de CMQ, y a la que igual fue llamado a relevar a su escritor inicial, quien renunció por diferencias con la empresa; labor en la que Enrique crecería aún más como escritor a lo largo de las cuatro décadas que duró la transmisión de la serie.
En 1949 se produjo el estreno de sus obras “Cubanos en Miami” y “La chuchera respetuosa”, protagonizada por Rita Montaner. Su comedia “Gracias Doctor”, recibió en 1959, primera mención en el Premio Luis de Soto. Fueron muchas otras las piezas teatrales que salieron de su pluma para engrosar la colección del mejor teatro vernáculo cubano, entre ellas: “El bravo” y “Voy abajo”; otras comedias como “Dios te salve comisario”, “Sí, señor juez” y “La sirvienta”, las escribió especialmente para la televisión.
Entre su obra literaria se encuentran: Sube Felipe, Sube, Yo vendí mi bicicleta, Mi vida al desnudo, Oye como lo cogieron, Martí y el Humor, y A Guasa a Garsín, obra inconclusa terminada por su nieto.
Enrique Nuñez Rodríguez fue invitado a diversos congresos en Europa. En América Latina colaboró como profesional en Nicaragua, fue a representar a Cuba en México en misión solidaria y brindó conferencias en varias provincias españolas.
Igualmente fue Diputado a la Asamblea Nacional, donde ocupó el cargo de Vicepresidente de la Comisión de Educación, Ciencia, Cultura y Tecnología. En el Parlamento realizó una labor muy abarcadora, sobresaliendo, entre otras faenas, la Audiencia Pública “Ser Cultos para ser Libres”, igual que la gestación del Proyecto de Ley de Derecho de Autor. También, era presidente del Consejo Editorial de la revista Mi Barrio, órgano oficial de los Comités de Defensa de la Revolución.
Ganó la distinción de Héroe Nacional del Trabajo de la República de Cuba, la Réplica del Machete de Máximo Gómez, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, el Premio Nacional del Humor y el Premio Nacional de la Radio, así como un sin número de importantes condecoraciones, entre las que guardaba con mayor amor, la condición de Hijo Distinguido de Quemado de Güines.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: