Es un trastorno en la visión muy frecuente, aproximadamente lo padece el 55 % de la población mundial.
La hipermetropía o hiperopia es un defecto refractivo, sucede que cuando la capacidad de enfoque o acomodación se encuentra relajada, la imagen captada por el ojo se enfoca en un punto por detrás de la retina (zona con células especializadas para captar la imagen nítidamente y enviarla al cerebro). Es un defecto óptico refractivo que, según su grado, dificulta la visión de cerca y de lejos.
El trastorno tiene diferentes causas, desde ojos de pequeña dimensión, córneas planas, o es producida por la disminución del índice de refracción del cristalino y aumento del índice de refracción en el vítreo (hipermetropía por enfermedades como la diabetes mellitus).
Otra causa es la cirugía de catarata, cuando no se coloca bien el lente intraocular que hace una función similar a la del cristalino.
También puede estar relacionada con trastornos orgánicos como edema en la retina o tumores oculares.
Normalmente se nace con una hipermetropía fisiológica de aproximadamente dos dioptrías. Al crecer el niño también crecen los ojos y la refracción se puede normalizar hasta alcanzar la ausencia del defecto de refracción.
Hay algunas personas a las que un defecto del desarrollo del ojo les produce una hipermetropía que se expresa más tarde en la vida.
El defecto es generalmente hereditario y en el caso de las altas hipermetropías se puede ver relacionada con alteraciones congénitas del globo ocular.
Los hipermétropes son muy propensos a desarrollar glaucoma por cierre angular, con más frecuencia en el sexo femenino. Si no es corregida a tiempo (antes de los dos a ocho años) puede ocasionar insuficiente desarrollo de la visión del ojo más hipermétrope (ambliopía), y también se relaciona con el estrabismo sobre todo en los niños.
Se debe estar alertas en los niños pues la hipermetropía produce dolor ocular ligero con sensación de peso sobre las cejas y dolores de cabeza relacionadas con los esfuerzos visuales, fatiga ocular, visión borrosa de objetos cercanos, aumento del parpadeo, prurito (picazón), enrojecimiento y ardor en los ojos, enturbiamiento de la lectura, aparición de inflamaciones como conjuntivitis, orzuelos o chalazión a repetición, entre otros.
La visión (agudeza visual) del paciente hipermétrope varía de buena a mala según la edad del sujeto y el grado de la hipermetropía.
El diagnóstico generalmente se hace al medir la agudeza visual sin corrección, examinar al paciente en la lámpara de hendidura, explorar los anexos oculares y los movimientos oculares, hacer el fondo de ojo, tomar la tensión ocular y realizar la refracción en los menores de 40 años con dilatación de la pupila.
El tratamiento puede ser con espejuelos o gafas con cristales graduados, con lentes de contacto o con cirugía refractiva.
La ciurgía refractiva puede ser cirugía con láser de la córnea y la cirugía de extracción del cristalino con catarata o transparente con implante de un lente intraocular.
Ambas se desarrollan con éxito, si se cumple rigurosamente con los criterios de selección de una técnica u otra.
Esta es una corrección definitiva en la mayoría de los casos, según la edad en que se opere y la magnitud del defecto que se pretenda corregir con las diferentes técnicas.
Se recomienda hacerle un examen a los niños antes de la edad escolar para prevenir y corregir a tiempo enfermedades que puedan afectarlo y limitarlo durante toda la vida.
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