Durante el gobierno de Alfredo Zayas se llevó el Malecón habanero hasta la calle ¨O¨ del Vedado.
En el área comprendida entre las calles Línea, 17, 19 y O, cerca del Hotel Nacional, se formó una plaza donde se construyó un parque y un monumento en recordación a las víctimas del acorazado USS Maine.
El 15 de febrero de 1898, hubo una explosión a bordo del acorazado de segunda clase de la Armada de los Estados Unidos, en el puerto de la Habana, donde perdieron la vida más de 260 hombres. ¿Sabotaje, accidente o negligencia? La causa de la explosión del acorazado se ha analizado por diferentes grupos de investigadores a lo largo de más de 100 años y hasta hoy sigue siendo un enigma.
La destrucción del Maine no provocó la inmediata declaración de guerra de los Estados Unidos a España.
La prensa sensacionalista jugó un importante papel, preparando emocionalmente a la opinión pública norteamericana para la guerra. Dos meses después del hundimiento, en abril de 1898 comenzaba la guerra.
El proyecto del monumento al Maine fue realizado por el arquitecto, escultor y dibujante Félix Cabarrocas.
El monumento se inauguró el 8 de marzo de 1925, pero tuvo que ser reconstruido totalmente después del ciclón del año 1926, que lo derribó.
En 1961, luego del triunfo de la Revolución cubana, se eliminó, de la parte superior de las dos columnas, el águila imperial que simbolizaba al gobierno norteamericano. También se eliminaron tres bustos de políticos estadounidenses: William McKinley, quien declaró la guerra a España; Leonard Wood, primer interventor en la Isla, y Theodore Roosevelt, el presidente.
En la cara del monumento frente al mar se observa la siguiente inscripción, también del año 1961:
¨A las víctimas de El Maine que fueron sacrificadas por la voracidad imperialista en su afán de apoderarse de la isla de Cuba¨
El monumento se ha conservado truncado en su parte superior, donde se tuvo una vez la idea de colocar una paloma de la Paz, solicitada Pablo Picasso.
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