Entre las calles Malecón, Belascoaín, San Lázaro y Marina, se encuentra el Parque Maceo. En el centro del parque se encuentra ubicado un monumento ecuestre del Mayor General del Ejército Libertador, Antonio Maceo.
El parque surgió de un concurso con un presupuesto limitado, por lo que el proyecto ganador se basó en soluciones simples con elementos decorativos de cuestionable valor ornamental. Los ejecutores de la obra modificaron el proyecto, incorporándole materiales más costosos, incluso importados, lo que provocó la renuncia del proyectista.
Para la construcción del monumento a Antonio Maceo también se lanzó, el 2 de febrero de 1911, la convocatoria a un concurso, que ganó el italiano Domenico Boni, quien lo construyó e inauguró el 20 de mayo de 1916.
Este monumento fue realizado en granito natural y todas las partes escultóricas en bronce. Tiene en los cuatro ángulos de la base grandes figuras que representan Acción, Pensamiento, Justicia y Ley. En el frente tiene un relieve con la madre de los Maceo en el acto de hacer jurar a sus hijos fidelidad a la Patria. Alrededor del fuste aparecen grandes relieves con cuatro grandes momentos en la vida del héroe: Mangos de Mejía, la Protesta de Baraguá, Cacarajícara y La Indiana. Corona el monumento la estatua ecuestre de Maceo, que representa al caballo con sus dos patas delanteras levantadas, que significa que la muerte del jinete ocurrió en acción de guerra.
A principios de la década de 1960 se remodela el parque, adquiriendo su fisonomía actual.
El parque carece prácticamente de árboles y áreas de sombra. Su gran fuente recuerda una piscina seca y abandonada. Los muros alrededor del parque se encuentran totalmente destruidos.
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