Sí, rotundo y sin vacilaciones.
Partamos de una premisa, el racismo no llegó a Cuba con el gobierno revolucionario pero tampoco marchó con él. El racismo como en todas las partes del mundo tiene unas profundas raíces históricas, y se sustenta en siglos de opresión de unas razas -prototípicamente identificadas con hombre blanco, europeo o de país rico- sobre otras -prototípicamente identificadas con hombre negro, africano, pobre y extrapolable a cualquier persona de país pobre y fisonomía no caucásica-.
Partamos de otra premisa, cuando hablamos de racismo hay que distinguir el institucional -promovido, propiciado, normado, o aceptado por instituciones y mecanismos de poder- y el cotidiano, el que aflora en el día a día en las interacciones de las personas, el que traspasa de unas generaciones a otras como una creencia e ideología compartidas, el más silencioso, menos violento pero por ello más peligroso y difícil de erradicar.
En Cuba, la población no blanca, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información, constituía en el año 2012 el 35,9% de la población. En el informe publicado se constata que en la mayoría de las provincias la distribución de población blanca con respecto a la no blanca (negros y mestizos) es mayoritaria (Pinar del Río 78% vs 22%, Artemisa 76,5 % vs 23.5%, Mayabeque 78.1% vs 21.9%, Matanzas 73.9% vs 26.1%, Cienfuegos 75.8% vs 24.2%, Ciego de Ávila 78.8% vs 21.2%, Camagüey 75.2% vs 24.8%, Las Tunas 74.6% vs 25.4% y las tres con mayor porcentaje de blancos de la Isla: Holguín 80% vs 20%, Villa Clara 82.5% vs 17.5% y Sancti Spíritus 83.7% vs 16.3%).
Las provincias Habana, con 58.4% de blancos frente al 41.6% de no blancos y la Isla de la Juventud, con 59.9% de blancos frente de 40.1% de negros y mestizos, son las que más se acercaban a una distribución equilibrada entre habitantes blancos y habitantes no blancos. Curiosamente, las zonas más pobres de la Isla son las que poseían un porcentaje de población mestiza más elevado: en Granma solo un 42.2% de la población es blanca y un 57.8% está conformada por negros y mestizos, en Santiago de Cuba solo un 25.6% de sus residentes son blancos (frente a un 74.4% de mestizos y negros) y en Guantánamo la distribución se da entre un escaso 24.4% de blancos frente al otro 75.6% de la población conformado por negros y mulatos.
Si embargo, pese a que institucional y legislativamente se hagan esfuerzos por asegurar políticas de acceso y convivencia equitativas, hay racismos cotidianos, hay creencias discriminatorias con respecto a las personas no blancas y hay hechos de exclusión y rechazo vinculados con estas creencias. No quiere esto decir que los negros en Cuba sufran las vejaciones y exclusiones de otras zonas, no quiere decir tampoco que no haya negros y mestizos en casi todas las esferas y niveles de la vida en Cuba, quiere decir, por el contrario, que hay un conjunto de juicios negativos asociados a las personas negras o de piel no blanca que forman parte de los valores de muchos cubanos y modulan sus creencias y actitudes del día a día.
Existen muchos hechos o pequeños gestos con los que todos podemos participar -más o menos conscientemente- de la legitimación, propagación y asentamiento del racismo y esos son precisamente los que más deben atajarse y sobre los que deben concentrarse los mayores esfuerzos. Para los más extremos queda la justicia y las legislaciones vigentes. Pensemos en por qué cuando un negro comete un fallo se apela al refranero y se dice 'que el negro si no la hace a la entrada la hace a la salida'? ¿por qué no se dice de los blancos? ¿por qué si una negra o mulata se alisan el pelo es porque quieren ser o parecer blancas y no simplemente porque les gusta su nueva apariencia o les disgusta su pelo? ¿cuántas mujeres blancas no hay que detestan sus pelos lacios y se los rizan? ¿alguien diría que quieren ser o parecer negras? ¿acaso de las blancas que se alisan el pelo se diría que quieren parecer más blancas?
¿Acaso no es un síntoma de racismo la prolija identificación de personas según el color de la piel: blanco, litro de leche, jabao, jabao capirro, indio, mulato, café con leche, mulato blanconazo, negro, negro tisón, negro teléfono? ¿por qué es relevante social y culturalmente dicha distinción? ¿acaso no es evidente la exclusión e infravaloración que se establece con respecto a los negros cuando se habla de adelantar o atrasar la especie? Dejemos de lado el error garrafal que desde el punto de vista biológico y evolutivo suponen estos pensamientos pero no pasemos por alto el daño que en la idosincrasia y juicios compartidos por las comunidades que exista una noción de raza adelantada o atrasada.
Peores son los discursos aparentemente no racistas, porque tras el velo de una pretendida racionalidad u objetividad se propagan creencias tan dañinas como insostenibles. Me refiero a las típicas frases con 'pero': "yo no soy racista pero 'cada oveja con su pareja'", "yo no soy racista porque son personas pero...", "yo no soy racista porque de hecho tengo amigos negros, pero no me gustaría que una hija mía se casara con un negro". Sustituyamos en todas estas frases negros por blancos y notaremos cierta extrañeza al escucharlas porque ser blanco no es globalmente un dato relevante, es lo que es y punto. Ser negros, en cambio, no siempre se ve como una natural regla o rasgo no distintivo, sino que se considera en muchos casos una apartada excepción -pese a los datos demográficos- con la cual por fuerza, pero no por convicción, hay que coexistir.
Ocultar la realidad nunca la soluciona, voltear la vista hacia otro sitio y seguir repitiendo las anquilosadas frases de que en Cuba todos somos iguales y los mestizos y negros pueden ir a todos los lugares sin problemas y tener acceso a todas las esferas de desarrollo y bienestar -lo cual es cierto- ,no ayuda a erradicar esos racismos cotidianos, íntimos, ni las arraigadas percepciones de discriminación e infravaloración que aún persisten en algunas personas. Solo hablando de ellos sin tapujos, solo localizando las causas, contextos y manifestaciones de estas actitudes de rechazo y exclusión, solo así podrá hacérseles frente y podremos acercarnos a que un día finalmente todos seamos en verdad iguales y tengamos los mismos accesos en las sociedades de las que participamos.
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