Como los actores o los músicos, los deportistas, sobre todo los profesionales, son auténticas estrellas mediáticas que todo cuánto dicen es captado y reproducido por la prensa, a veces para bien, pero a veces para peor.
En Cuba, hay que reconocerlo, nos hemos pasado tres pueblos burlándonos de frases de algunos de nuestros deportistas, culpando a menudo a su origen humilde, geográfico (sobre todo si es oriental), y racial (sobre todo si es negro).
Quizás la frase más famosa del deporte cubano, por su ‘contenido’ sin ‘contenido’ sea, como todo el mundo sabe, “la técnica es la técnica y sin técnica no hay técnica”, adjudicada al boxeador Félix Savón, quien a su vez ‘le pasó la bola’ a Teófilo Stevenson, diciendo que fue este mítico boxeador cubano quien en realidad la dijo primero.
Sea como fuere, en realidad las peores meteduras de patas en declaraciones de deportistas a la prensa no han sido ni de atletas cubanos, ni de pobres, ni de negros y a continuación tenemos las pruebas:
Cierta vez el futbolista internacional alemán con apellido polaco, Lukas Podolski, describiendo qué cosa era el futbol, dijo:
“El fútbol es como el ajedrez, pero sin fichas”.
Estaba claro que Podolski todo lo que sabía de futbol lo ignoraba de dos juegos de mesa tan diferentes como el ajedrez y las damas: uno usa ‘piezas’ y el otro ‘fichas’.
El propio Podolski, otra vez que un periodista le preguntó cuál era su posición favorita (sin especificar ‘en la cancha’), este respondió:
“¿Cuál es mi posición favorita? Cuando la mujer está arriba”.
Está claro que Podolski no se enteró o nunca quiso enterarse sobre qué le preguntaban exactamente. Pero solo por las risas que nos echamos a costa suya, le felicitamos por la respuesta.
Sergio Ramos, actual central del Real Madrid, cierta vez que comentaba sus inicios en el deporte escolar, dijo:
“Cuando éramos pequeños a algunos les gustaba el baloncesto; a otros el basket”.
Claro, el ‘baloncesto’ y el ‘basket’ son dos deportes diferentes, según el idioma que hable quien lo practique: inglés o español.
Si otros deportes que no sean el futbol no son el fuerte de Podolski y Ramos, otros futbolistas están ‘más flojos’ en ciencias naturales.
Cuando al chileno Hector Puebla, apodado ‘El Ligua’, un periodista le preguntó una vez “Y usted, ¿cómo lo hace para correr tanto?, ¿cuántos pulmones tiene?”, el camarada Héctor respondió:
“Bueno, uno, como toda la gente”.
Pero si un futbolista ‘golea’ de largo a todos los anteriores por sus declaraciones, lo es el antiguo extremo y mediapunta ofensivo norirlandés George Best, quien, en efecto, era el ‘best’ regalando ‘perlas’ como estas a la prensa:
"La prensa es muy mentirosa. Dicen que me he acostado con 200 mujeres, pero solo fueron 100".
"En 1969 dejé las mujeres y la bebida, pero fueron los peores veinte minutos de mi vida".
"Gasté un montón de dinero en alcohol, chicas y coches: el resto lo malgasté".
"Tenía una casa cerca del mar. Pero para ir a la playa, era necesario pasar delante de un bar. En fin, que nunca he visto el mar".
Nada que añadir, su señoría.
Seguimos con futbolistas.
Mark Anthony Viduka, exdelantero australiano apodado ‘el Rey Canguro’, afirmó contundente una vez:
“No me importaría perder todos los partidos, siempre y cuando ganemos la Liga”.
Nada, que con semejante filosofía de juego tendremos que confirmar por internet cuantas ligas ganó este ‘canguro’.
Seguimos con la peculiar ‘filosofía’ ganadora de algunos.
El exfutbolista y actual actor británico Vinnie Jones afirmó rotundo:
“Ganar no es lo importante…, siempre y cuando ganes”.
El brasileño Ronaldo también estuvo muy cerca de Savón en eso de contenidos sin ‘contenidos’. Cierta vez dijo:
“Perdimos porque no ganamos”.
Para el ex-centrocampista Mark Draper tampoco la geografía europea era su fuerte: claro, al ser inglés… Un día soltó una frase no apta para oídos culés:
“Me gustaría jugar en un equipo italiano. Como el Barcelona”.
Precisamente, un ex del Barcelona FC, Thierry Henry, nada menos que delantero, inventó el agua fría cuando dijo:
“A veces, en fútbol, tienes que marcar goles”.
Pero no les demos demasiados palos solo a los futbolistas. Pasemos a otros deportes.
El golfista australiano Greg Norman dijo sobre su carrera deportiva:
“Debo todo a mis padres, especialmente a mi padre y a mi madre”.
Nada, que Greg Norman debía tener media docena de padres a los que agradecer sus triunfos.
El boxeador inglés Alan Minter, convencido de que la prensa siempre exageraba la violencia de su deporte, dijo sin despeinarse:
“Por supuesto que ha habido lesiones y muertes en el boxeo, pero ninguna de ellas grave”.
El pivot estadounidense Shaquille O’Neal, a la pregunta de “¿Visitasteis la Acrópolis mientras estabais en Grecia?”, este respondió como solo sabía hacerlo el rey de la fiesta:
“Si te soy sincero, no puedo recordar todos los clubs a los que fuimos mientras estábamos allí”.
Sé que algunas de estas respuestas pueden parecer inauditas tratándose de figuras públicas muy relevantes en algunos casos. Pero los deportistas de élite tampoco son intelectuales: es normal que sus declaraciones en prensa a veces pequen de incorrectas, absurdas o ridículas. Se lee con lupa todo lo que dicen y se les critica cruelmente por ello, cuando todos los mortales decimos todos los días frases iguales o peores.
Y es que a veces el gran público piensa que las declaraciones de los deportistas tienen que estar a la altura de su fama, riqueza y éxitos deportivos, y creo que debemos perder esa costumbre.
Eso sí: se permite reírse a mandíbula batiente cada vez que ellos nos den un chance.
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