Si golpear a un perro en la calle hasta hacerlo sangrar es un acto vil, que no haya a quién acudir para evitar o denunciar el abuso, es tan reprochable como vergonzoso. Resulta aún peor, cuando la mayoría que presencia el cruel suceso no lo considera inusual o condenable.
En Cuba no existe aún una ley que ampare a los animales, que castigue a quien los agreda, que vele por la sobrepoblación desatendida en zonas urbanas y que, a largo plazo, promueva una cultura del respeto hacia los mismos.
Afortunadamente, a finales del año 2012 se creó en La Habana la iniciativa Protección Animales de la Ciudad (PAC), que ahora reúne ya a dos mil miembros voluntarios.
El grupo, único de su tipo, no sólo labora arduamente para rescatar, o evitar que lleguen a las calles, perros y gatos abandonados; sino que también ha concebido un modelo de ley para respaldar de forma legítima los derechos de los animales en el país.
La propuesta de ley, que ha sido firmada ya por 8 mil personas, está pendiente aún a ser valorada por la Asamblea Nacional del Poder Popular, que la recibirá una vez alcance la cifra de 10 mil firmas de ciudadanos cubanos.
Aunque las firmas en papel serán las presentadas al parlamento, para ampliar el impacto de la campaña se creó en el sitio web de iniciativas comunitarias Avaaz.org, otra colecta a favor de la Ley de Protección de Animales, la cual no será únicamente punitiva sino también (y sobre todo) preventiva, educativa, gestora de políticas humanitarias y promotora de valores en la sociedad cubana.
El proyecto aboga por considerar la crueldad hacia los animales como delito y, en consecuencia, establecer las disposiciones penales correspondientes.
PAC tiene hoy casi 3 mil seguidores en Facebook y una lista de distribución con casi 800 direcciones electrónicas, mediante las cuales ofrece información sobre adopciones, rescates, campañas de vacunación y esterilización, así como mensajes de bien público para crear conciencia sobre el maltrato animal.
Por el momento, PAC no puede convertirse en una asociación pues ya existe en Cuba la Asociación ANIPLANT, la cual actúa sobre el mismo ojeto social y de acuerdo con la Ley Cubana de Asociaciones, dos organizaciones de esta envergadura proyectadas hacia el mismo fin no deben coexistir. Entre tanto, la iniciativa carece de respaldo legal y por lo tanto, de la posibilidad de tener una sede o recibir donaciones de manera oficial.
Link para firmar por una Ley para la Protección de Animales
(Foto tomada de Internet)
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