El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, fue detenido hoy por la Policía Federal de Brasil y llevado a declarar como sospechoso de una red de corrupción que involucra a la petrolera Petrobras.
Tras una operación en la que las fuerzas policiales registraron la vivienda del exmandatario en las inmediaciones de Sao Paulo, Lula da Silva estuvo al menos tres horas bajo interrogatorio antes de ser liberado.
En lo que los medios califican como un “golpe durísimo” a la trayectoria política de Lula –aún considerado el rostro del Partido de los Trabajadores (PT) y posible candidato para las elecciones de 2018- la fiscalía lo ha acusado directamente, por primera vez, de ser "uno de los principales beneficiarios" de un sistema de desvío de dinero que "favorecía a empresas que se enriquecían a costa de la estatal".
La red de corrupción, que alcanza a políticos y partidos que obtenían financiación irregular, desvió supuestamente 10.000 millones de reales (unos 2.400 millones de euros) de Petrobras.
Según una nota emitida por la fiscalía, la trama de desvío de dinero de Petrobras beneficiaba a empresas "que se enriquecían a costa de las arcas de la estatal". Asimismo, menciona a trabajadores de Petrobras "que vendían favor", personas que lavaban dinero "de forma profesional" y pagaban sobornos, y políticos y partidos que recibían dinero para financiar campañas.
La acusación también recae sobre las élites de los partidos políticos, "especialmente el PT, el Partido Progresista y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño", de la base de Gobierno, los cuales se supone coordinaban la red.
"Lula, además de líder de partido, era el responsable final por decidir quién eran los directivos de Petrobras y fue uno de los principales beneficiados por los delitos. De hecho, surgieron evidencias de que los crímenes lo enriquecieron y financiaron campañas electorales" del PT, cita el comunicado de la fiscalía.
(Imagen tomada de: www.ndtv.com)
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