Base/Superestructura, lleva por título la muestra personal de Lázaro Saavedra, que discursa conceptualmente sobre la realidad cotidiana contemporánea de los cubanos, a partir de los clásicos conceptos de la filosofía marxista, es decir, de lo que es y simboliza la Base y la Superestructura.
La voluntad simbólica del autor se explicita desde el momento en punto en que la muestra contrapone dos niveles diferentes (abajo/arriba) en el edificio del Centro Wifredo Lam, y así, la colocación y el espacio que ocupa cada obra tiene que ver con discursos sociológicos y políticos metaforizados por el artista con notable delicadeza, e incluso, sentido del humor.
Según la filosofía marxista, el examen crítico de toda sociedad debe estar encaminado al análisis social e ideológico de la base y la superestructura, y Saavedra parte de tales preceptos para comunicarse con un público que capta al vuelo las sugerencias de sus intervenciones, instalaciones, pinturas y un video.
En la primera planta, se aprecian obras que figuran la Base, con varios dibujos y una instalación consistente en una tendedera de ropa y una videoinstalación que contiene el propio carro del artista. En una sábana hecha de empates puede verse las imágenes de Raúl Castro y Barack Obama en su histórico encuentro, y la instalación responde al sugerente nombre de El progreso de una nación (foto).
En la segunda planta, siguiendo la lógica de la muestra, el público puede apreciar piezas que ilustran su reflexión sobre la superestructura, es decir los temas más directamente vinculados con la religión, el arte y la ideología. En esta zona, aparecen las inteligentes, a veces sarcásticas, observaciones de Saavedra sobre la institucionalidad o el mercado del arte, la artesanía, y las relaciones interpersonales, pues como afirma una de las piezas “cuando estás abajo, casi todo el mundo te pisa".
Como en otras muestras de Saavedra, Base/Superestructura evidencia el más alto nivel conceptual travestido de ética barriotera y chiste de esquina, dentro de una tendencia a vincular alta y baja cultura, mediante un arte que dialoga fácilmente con el espectador sin demasiado artificio en las soluciones formales.
Base/Superestructura posibilita apreciar el trabajo de Saavedra como un artista ya maduro, con planteamientos agudos y críticos. Invita al recorrido por piezas emblemáticas como El Sagrado Corazón (1992) hasta obras más recientes, como Un lienzo lo aguanta todo y Arte Contestatario, cuyos títulos evidencia también algunas de las preocupaciones principales del artista a lo largo de su exitosa carrera.
(Imagen tomada de cubanosporelmundo.com)
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