El pasado 7 de marzo el bloguero Ruslán Olivares Cúcalo publicaba un post en su perfil en Facebook y una última entrada en su blog El Colimador, donde anunciaba del cierre de su bitácora.
Presiones de funcionarios “que vigilan la plataforma Cubava” obligaron, a Ruslán, conocido en la blogosfera cubana a tomar la decisión de abandonar la plataforma en la que se había expresado y había compartido “noticias, entrevistas, fotorreportajes, convocatorias de eventos, documentos de archivo y un montón de cosas más” con sus seguidores.
Graduado en 2003 de Marxismo Leninismo e Historia y coordinador del trabajo de moderación de Ecured dentro de los JCCE, Olivares alega en su última entrada titulada “Hasta aquí he llegado” -quizás en alusión a lo que allá por el 2003 escribiera José Saramago sobre Cuba- haber sido advertido y presionado por algunos comentarios considerados “problemáticos”.
Hace un par de días recibí un mensaje en que se me informaba que algunos comentarios habían sido señalados por el Ministerio como problemáticos y que violaban las condiciones de uso de Cubava. Como no se puede discutir con el que tiene la pistola (como dice un buen amigo mío) y no tengo, además las ganas de hacerlo, he decidido recesar mi labor como bloguero.
Ante la noticia del cierre, blogueros, amigos e internautas han manifestado su apoyo, su solidaridad hacia Ruslán y han compartido la rabia por el triste testimonio y la pérdida del considerado por muchos, uno de las mejores bitácoras cubanas de la plataforma Cubava.
A continuación, el texto íntegro del último post de El Colimador:
Hasta aquí he llegado
Las peticiones de que estoy siendo objeto por parte de los funcionarios que vigilan la plataforma Cubava me obligan a tomar la decisión de dejar de escribir en este blog:
Hace un par de días recibí un mensaje en que se me informaba que algunos comentarios habían sido señalados por el Ministerio como problemáticos y que violaban las condiciones de uso de Cubava. Como no se puede discutir con el que tiene la pistola (como dice un buen amigo mío) y no tengo, además las ganas de hacerlo, he decidido recesar mi labor como bloguero.
Siempre he tratado, a mi juicio, de cumplir con lo establecido por Cubava y he exigido por su cumplimiento; curiosamente, para algunos nunca será suficiente… y una vez que estás en la lista, estás en la lista.
No los critico, porque cada cual tiene sus responsabilidades y las cumple como mejor le parece, según su raciocinio y convicciones. Pero si la continuación de este espacio exige que haga concesiones de principios – y diga diego donde dije digo, o elimine comentarios que en un momento aprobé, no por compartirlos, sino porque pensaba que en nada dañaban el prestigio de la Revolución y nuestros dirigentes y, por el contrario favorecían el debate al que nos ha llamado el Presidente de la República –entonces no puedo seguir con El Colimador y es mejor dejarlo ahora.
A Cubava le deseo la mejor de las suertes, siempre la he defendido y lo seguiré haciendo (nada cambiará eso); sólo lamento que poco a poco el espacio se vaya viendo reducido a la bobería farandulera y la genuflexión descabezada (si es que semejante cosa puede ser).
Los contenidos publicados permanecerán visibles hasta que el blog caduque por inactividad o la administración lo cierre por cualquier razón. Aunque tengo un impulso de eliminarlo ahora mismo no lo hago para que algunos no vayan hablando boberías y pensando lo que no es y porque, hay aquí entradas que no me pertenecen y sobre las que no tengo el derecho de tomar decisiones.
Gracias a todos los que me honraron con sus comentarios a lo largo de estos cinco años. Nos encontraremos por ahí. Un gran abrazo, y ya vendrán mejores tiempos.
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