Tras varias horas de expectación, en la tarde de ayer martes una joven ceiba llegó al histórico monumento de El Templete, devolviéndole así su habitual apariencia y uno de sus impresdincibles sellos de identidad.
Una nueva ceiba de 15 años sustituyó a la anterior, retirada el pasado 9 de febrero por una plaga de comején y daños del suelo donde había permanecido por más de cinco décadas.
Proveniente de las Terrazas, en Pinar del Río y tras recorrer unos 100 kilómetros el sagrado árbol llegó a la Plaza de Armas, Patrimonio de la Humanidad, para ser colocado en el sitio donde su predecesor permaneció por años.
Al acto de replantación asistieron miembros de la prensa, botánicos y especialistas, capitalinos curiosos y transeúntes y el Historiador de la ciudad Eusebio Leal quien declaró que, como no podía ser de otra manera, la próxima celebración del aniversario de fundación de la Villa de San Cristóbal contaría con todas los elementos de la celebración.
La próxima víspera del 16 de noviembre los seguidores de la centenaria tradición capitalina podrán venerar al árbol y darle las tres vueltas de rigor, mientras la hacen testigo de sus deseos y añoranzas.
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