Según un reporte de Martí Noticias, hace apenas unos meses circuló el rumor de que varios altos oficiales del MININT habían sido apresados.
Incluso se empezó a establecer paralelos con la tristemente célebre causa número 1 de 1989 ―la del General Ochoa― y se comenzó a especular con un nuevo sumario, dada la envergadura de los supuestos implicados.
Sin embargo, el rumor quedó ahí: silencio y hermetismo fue todo lo que se pudo sacar en claro.
Hace poco más de cuatro meses, el General de Cuerpo de Ejército, Abelardo Colomé Ibarra (alias el "Furry") renunciaba como miembro del Consejo de Estado y como Ministro del Interior. No fue una sorpresa, porque se sabía desde hace años que padecía Alzheimer y Parkinson, enfermedades que lo obligaban a estar ingresado con frecuencia, o acompañado por un doctor militar.
Su salud ya venía tan mal, que no pudo participar en los últimos tiempos en eventos importantes o en la toma de decisiones del Estado, del Gobierno y del propio Ministerio del Interior (MININT).
Según informa también Martí Noticias en otro artículo, Colomé ya había intentado dimitir en ocasiones anteriores, pero no se le había aceptado su renuncia.
No obstante, desde hace casi dos años, su viceministro primero, el general de división Carlos Fernández Gondín, era ya, en la práctica, el que dirigía el Ministerio del Interior.
El caso es que ahora vuelve a estar en el punto de mira ese mismo Ministerio (clave en la estabilidad del país), porque podría estarse enfrentando a un tema delicado: el robo de información.
Cuentan que el nuevo ministro, Carlos Fernández Gondín (quien además es “Héroe de la República de Cuba") sufrió hace poco una isquemia, resultante de un ataque de furia que tuvo en pleno despacho de su oficina, en el edificio principal del Ministerio.
¿Qué provocaría un ataque de rabia con tan malas consecuencias? Es la pregunta que cabe hacerse.
El General Gondín no es que tenga muy buena prensa: tiene fama de ser un personaje siniestro y represivo, en cuyo curriculum figura haber encabezado personalmente todo el interrogatorio y el caso contra el general Ochoa y los altos oficiales del MININT, Antonio y Patricio de La Guardia, que fueron ajusticiados en el año 1989 acusados de traición a la patria y actividades relacionadas con el narcotráfico.
Según informa Martí Noticias, alguien habría entrado en algún momento, una vez que Gondín ya fungía como ministro, en el depósito donde se guardan noticias ultra-secretas, y esa persona o grupo de personas habría extraído una importante base de datos con información privilegiada.
Qué información robaron exactamente, es algo que no se sabe todavía. Sin embargo, coincide con que el gobierno ha puesto en marcha el mayor operativo que se haya visto en mucho tiempo en el país. Una búsqueda agresiva y contrarreloj, que evidencia angustia y desesperación porque alguien estaría en posesión de información delicada.
Cuentan que hay un buen grupo de investigadores, trabajando a tiempo completo para detectar la procedencia del robo, pues las implicaciones de lo robado, sí parece estar clara.
Oficiales de Control Interno, la Inteligencia, la Contra Inteligencia, la CIM (Contra Inteligencia Militar) y la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional, están llamando a declarar a todos los que entran y salen del Ministerio del Interior.
De momento, mucha intriga y poca sustancia reviste el caso, habrá que seguir esperando los próximos indicios: dicen que “cuando el río suena es porque piedras trae”.
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