El más reciente filme dirigido por Fernando Pérez, Últimos días en La Habana, acaba de estrenarse entre grandes ovaciones, y un público cómplice que disfrutó la dura historia entre risas y lágrimas, porque el guion y los actores consiguen el extraño milagro de suscitar la emoción junto con el humor.
El título del filme obedece a que los dos protagonistas, Miguel (Patricio Wood) y Diego (Jorge Martínez) pasan en un angosto y destartalado cuarto de Centro Habana, las últimas jornadas de su vida en Cuba. Miguel espera un visado para partir a Estados Unidos mientras que Diego solo sueña con vivir, en tanto está deteriorado por el SIDA.
Producida por el ICAIC, en coproducción con Wanda Visión y la participación de Ibermedia, Últimos días en La Habana es, según Fernando Pérez, “una película sobre el tema de la amistad en una ciudad que avizora grandes cambios”, y precisamente el filme se erige dramáticamente sobre el tremendo contraste entre los dos protagonistas, defendidos desde la mayor sinceridad y profesionalidad por dos actores en estado de consagración absoluta.
Definida por Fernando Pérez como ‘drama alegre’, después de precisar que le costaba extremo trabajo definir el género de una película subtitulada "Chupa Pirulí", Últimos días en La Habana clasifica como tragicomedia, con momentos de humor negro, y evidentes vasos comunicantes con el cine anterior del cineasta cubano más internacional. La nueva película se ambienta en los mismos barrios donde transcurren La vida es silbar y Suite Habana, y si bien se distingue por el protagonismo masculino, tiene varios momentos, y un personaje adolescente, que recuerda notablemente Madagascar.
En esta ocasión, el director de Suite Habana le encargó una vez más las imágenes a Raúl Pérez Ureta, quien califica la fotografía del largo como “austera”, o sin rebuscamientos, en tanto se encarga de seguir la historia, y a los personajes principales, en estos últimos días donde por los menos los sueños, y las pesadillas, se distinguen de la vida real, y por tanto pueden mejorarla o colorearla.
El más reciente filme de Fernando Pérez se estrenó mundialmente durante el vigésimo segundo Taller Nacional de Crítica Cinematográfica con sede en Camagüey, y solo unos días después fue elegida para la apertura de la Muestra Joven, en tanto el reconocido director cubano ha tenido una relación profesional y de afinidades electivas con el evento consagrado al audiovisual más juvenil, arriesgado, indocumentado y renovador.
(Imagen tomada de academiadecine.com)
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