Varias compañías de cruceros ya desembarcan en Cuba y otras se alistan para hacerlo, como la estadounidense Carnival -la más grande del mundo- que tiene previsto llegar por primera vez a La Habana desde La Florida a principio del próximo mes de mayo.
El barco tiene capacidad para más de 700 turistas, pero a bordo no podrá ir ningún cubano.
Según la ley impuesta por el gobierno de los hermanos Castro, ninguna persona nacida en Cuba, sin importar segundas nacionalidades, tiene el derecho de entrar a Cuba por vía marítima. Por lo que la compañía Carnival Cruises ha tenido que comunicar que no puede vender reservas a ninguna persona de nacionalidad cubana.
La noticia ha sido recibida con disgusto por la comunidad cubana y considerada discriminatoria.
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