Hace unos meses, los medios oficiales cubanos cifraban en cerca de 500 mil los trabajadores por cuenta propia en Cuba. Los datos, indicadores de florecimiento del emergente sector privado en la Isla, señalaban a la elaboración de alimentos como el área que había experimentado el mayor crecimiento.
Sin embargo, uno de los escollos más serios que afrontan quienes se lanzan a la empresa de ser sus propios jefes, y de poner en marcha sus ideas de negocios, son los altos precios que deben pagar por hacerse con las materias primas para elaborar los productos o servicios que ofertan.
En el caso de los que laboran en el sector de la gastronomía, el tener que adquirir los alimentos o ingredientes en la red de tiendas minoristas encarece notablemente los costos de sus productos e incide negativamente en el margen de ganancias.
Precisamente, para intentar aliviar este problema de base e ir estableciendo una infraestructura asociada al trabajo por cuenta propia en Cuba, se prevé la próxima apertura de tiendas mayoristas de productos alimenticios en la Isla, y así lo indicó a Radio Reloj la vicepresidenta primera del Grupo Mayorista de Productos Alimenticios y otros Bienes de Consumo, Francis Herrera.
Los primeros establecimientos de este tipo se ubicarán en La Habana, el municipio de Placetas, de la provincia de Villa Clara y en Trinidad, Sancti Spíritus, pero de entrada se enfrentan, reconoce la propia vicepresidenta Francis, a los problemas en el transporte de las mercancías a los almacenes y el aseguramiento de un abastecimiento frecuente y adecuado.
Aunque aún no se han dado más detalles de las localizaciones específicas de los mercados de venta para cuentapropistas, ni de su funcionamiento, Herrera ha adelantado que los productos fundamentales que ofertarán son arroz, granos, azúcares, pollo, salchichas y aceite pero no ha explicado si la elección de estos alimentos responde a un estudio del mercado -podríamos aventurarnos a decir que no sin mucho temor a errar- o a una mayor facilidad en el suministro de ellos. Los precios con que se venderán supondrán una reducción del 20% con respecto al estipulado para la red minoristas, pero el impacto que en los negocios privados tendrán estos establecimientos está aún por definir.
Habrá que esperar, igualmente, para ver si estos locales de venta al por mayor no terminarán corriendo la triste suerte de la desidia y el abandono que sufren muchos establecimientos en Cuba tras los primeros meses de inauguración.
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