Manabí (Ecuador), (EFE).- A dos días de haber azotado a Ecuador un fuerte terremoto, y aún sin concluir las labores de rescate en las zonas afectadas, se ha confirmado el fallecimiento de 413 personas a causa del terrible suceso. La cifra, no obstante, se espera se incremente en el curso de las horas, pues aún permanecen atrapadas bajo los escombros muchas personas.
La búsqueda y el rescate de supervivientes es la labor que centra los esfuerzos prioritarios dos días después de que una prolongada sacudida estremeciera a los ecuatorianos en lo que el Gobierno ha calificado como la mayor catástrofe ocurrida en el país desde hace 67 años.
El temblor, de magnitud 7,8 en la escala de Richter, ocurrió a las 18.58 hora local (23.58 GMT) y, además de las víctimas fatales, ha causado al menos 2.068 heridos.
Junto a los fallecidos ecuatorianos, siete colombianos, un estadounidense, tres cubanos y una mujer y un niño canadienses forman parte de la nómina de muertos en el desastre.
Al margen del recuento de víctimas, hoy se intensificó el envío de ayuda a las zonas afectadas, principalmente en las provincias de Manabí, Esmeraldas y Santa Elena, declaradas en emergencia junto a Guayas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos.
En medio de escenas de desolación y del temor a las réplicas, los ciudadanos luchan contra los escombros en ciudades como Manta, que es hoy ebullición de día y tensa calma de noche, cuando la falta de luz que siguió al terremoto hace que desaparezca a la vista.
Casi nadie duerme en las casas que aún quedan en pie. Como alternativa se convierte en cama el vehículo y hasta las aceras de las calles y los parques, cualquier opción que evite el riesgo de tener sobre la cabeza un techo que pueda derrumbarse.
En esa población, la posibilidad de sufrir un desabastecimiento llevó hoy a decenas de ecuatorianos a hacer fila ante los supermercados y se comienza a acusar un aumento de los precios en productos básicos como el agua, que ha llegado a quintuplicar su valor.
La deseada ayuda humanitaria, mientras, llega a la castigada costa norte desde todos los puntos del país, donde se han multiplicado los centros de recepción de agua, alimentos, carpas, mantas y medicinas, entre otros efectos necesarios en medio de la emergencia.
En el Parque de La Carolina, en el centro-norte de Quito, se ha instalado un centro de acopio al que acude la gente en carro propio, en taxis o en autobuses cargando víveres, agua, cobijas, ropa, colchones o medicinas.
En el suelo se abren las fundas y un mar de manos solidarias clasifican la ayuda a gran velocidad: "acá", "acá", dicen muchas voces al escuchar: ropa de niño, zapatos, cobijas...en medio de un barullo en el que, extrañamente, todos se entienden.
La catástrofe ha disparado también la solidaridad internacional que se ha evidenciado por medio, no solo de mensajes de apoyo, sino de envíos de ayuda desde más de una docena de países de Europa y América, además de organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, recorrió hoy las ciudades más castigadas de la zona y señaló que su reconstrucción "tomará años", pero aseguró que la nación superará la catástrofe que vive.
El mandatario también destacó que es necesario un mayor rigor en las normas de construcción porque, dijo, "muchos edificios" se derrumbaron "por mala construcción" y confió en que, de la "dolorosísima experiencia" del terremoto se extraigan "lecciones para el futuro".
En medio del dramático escenario la mirada de Ecuador y el mundo se ha centrado en las víctimas humanas, pero hay otro llanto, a veces silencioso: el de animales a los que también se les derrumbó todo, porque también están entre las víctimas de la tragedia.
"Los animales son seres que sienten, que necesitan tener derechos, no podemos mirar hacia otro lado, remarcó Jordan Cruz, de la asociación Defensa de la Vida Animal, quien recibe alimento balanceado para perros, gatos y animales de granja, así como medicamentos e insumos médicos.
Cruz, quien llevará la ayuda a los animales del área afectada, consideró lógico que la gente se olvide de los animales en tragedias tan devastadoras como la que ahora afecta a Ecuador.
"Sin embargo, las cosas están cambiando y gracias a la gente hemos recibido bastantes donaciones", pero "necesitamos más, porque la situación es muy grave", agregó.
(Imagen tomada de Lapatilla)
Cuentas bancarias para donación de apoyo a ecuatorianos damnificados
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