“Se oye el rumor de un pregonar/ Que dice así……”
Qué cubano no recuerda la tonada de “Yerberito Moderno”, esa popular canción que, en la voz de la reina de la salsa Celia Cruz, nos ilustraba las inimaginables cualidades de cada yerba para un sinfín de propósitos, tanto medicinales como espirituales.
Y es que como parte de la enraizada y rica tradición afrocubana, la cual juega un papel protagónico en el amplio abanico de expresiones culturales y religiosas de la isla, son muchos aquí los que se valen de quién sabe cuánto ritual o remedio que ofrece la misma para solucionar conflictos emocionales, despojarse de malas energías, viajar al extranjero o alcanzar la felicidad eterna.
En ello destaca significativamente el rol de la naturaleza, en especial el de las plantas, cuya variedad es tanta como los beneficios que se le adjudican a cada una.
En tal sentido, nos hemos tomado el trabajo de compilar para nuestros lectores las diez yerbas más usadas en la santería cubana apoyados en una investigación primaria que abarcó varios puestos de venta y yerberos de La Habana.
De igual forma, abordamos la obra documentada de las historiadoras y antropólogas cubanas Lydia Cabrera y Natalia Bolívar, así como los apuntes del diccionario botánico de Juan Tomás Roig.
1. Rompezaragüey:
“Kátta kátta! Rompezaragüey rompe la mala suerte”. Es una de las más populares que pertenecen a la deidad yoruba Changó. Se utiliza en de despojo y purificaciones del hogar, quita la “salación” y la brujería. Una cruz hecha de esta planta se coloca detrás de la puerta y se dibuja otra más abajo con manteca de cacao.
Llamado también “Quita-Maldición”, crece en las Antillas Mayores y Menores, la Florida y América tropical, en las márgenes de los ríos, las colinas y los matorrales.
“Con un solo baño de zaragüey, ruda, perejil, apasote, piñón, paraíso y alacrancillo – todo hervido- , se libra el cuerpo de una mañúnga”, cita Lydia Cabrera en su libro El Monte.
2. Abrecaminos:
Es el nombre que asignan los yerberos de La Habana al Eupatorium villosum SW., un pequeño arbusto silvestre de hojas aromáticas, empleadas en baños purificadores y también para tomar en cocimiento contra el catarro. Pertenece a las deidades Asowano y Oshún.
3. Salvadera:
Según Cabrera, cuando un cadáver abandona la casa o cuando los familiares y amigos retornan de su entierro, se les “limpia” con gajos de esta planta junto con la escoba amarga. Da un fruto parecido a una almendrilla y, mezclado con aceite de almendra producen el efecto de un purgante muy fuerte. Las hojas hervidas sirven, además, de vomitivo.
4. Espanta Muertos:
Se emplea en baños contra Ikú (muerte) y se utiliza para baños y resguardos detrás de la puerta. Según Natalia Bolívar, esta planta rompe la mala suerte y, acompañada del Quitamaldición, el Rompezaragüey y una cucharada de arroz, se hierve para utilizarse en tres baños. Luego, las yerbas se sacan y se dejan al lado de una palma.
5. Álamo:
También pertenece a Changó como uno de los árboles principales consagrados a este orisha, del omiero del asiento y del omiero con que sacramentan y lavan sus atributos. Aseguran que cuando Changó está enojado, se le apacigua con las hojas del álamo, añadiendo rompezaragüey y culantrillo, ya que la primera vez que tocaron los tambores para este santo fue precisamente a la sombra del Álamo.
Las lustraciones don la savia del álamo eliminan toda mala influencia del cuerpo. “El álamo recoge todo lo malo y se lo lleva”, dice Lydia, por lo que en baldeos sirve para disolver la peor brujería y alejar malos espíritus de la casa.
En lo medicinal, el Álamo se utiliza en baños medicinales fortificantes, para reducir las inflamaciones de las piernas y curar el salpullido. En cocimiento también sirve para fortalecer los nervios y con la semilla se hace una preparación líquida que favorece el crecimiento del pelo y lo oscurece.
6. Verbena:
Pertenece a Yemayá y, según afirma Cabrera, la que se recoge el 24 de junio, de madrugada, se deja secar, se une al corazón de una golondrina y se fabrica un talismán que sirve para todo lo que se quiera.
Para uso medicinal, el cocimiento de la Verbena sirve de vomitivo y su savia, con aceite de oliva, se emplea en el cuidado del cabello.
7. Siguaraya:
Sus dueños son Changó y Elegguá. Arrasa con lo malo y la brujería si se utiliza en baños y baldeos del hogar. El ritual completo se realiza con agua de Florida de Murray, un real de aguardiente, hojas de ponasí y una clara de huevo. Todo ello se bate y se rocían las paredes y el suelo de la casa. Posteriormente se debe barrer hacia afuera y cantar repetidamente: “Siguaraya bota pa´ fuera”
8. Artemisa:
De Osain del Monte, Obbatalá y Babalú Ayé, esta planta se encuentra en Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Antillas Menores, México y Sudamérica. Es muy efectiva en despojos y baños, y se utiliza a menudo para tratar la fiebre con fricciones, luego de dejarse en alcohol por varios días la raíz y las ramas.
Con alcanfor, alcohol e incienso de mata- o con romero, canelilla de costa, carquesa, salvia marina e incienso sirve para combatir el reumatismo, y el cocimiento, bebido como agua común, desinflama el apéndice. Es odorífera, amarga y excelente en cataplasmas; también se dice que es utilizada para provocar abortos.
9. Mejorana:
Como asegura Cabrera, cuando la mejorana crece en abundancia, es augurio de prosperidad, si se marchita o no prende, de ruina. Una ramita, por sí sola, tiene poder de amuleto (iggidé) y debe llevarse siempre en el bolsillo.
“La mejorana es muy celosa, y a sus cocimientos no deben añadirse hojas de ninguna otra planta”, aconseja Lydia. El cocimiento de esta planta aromática, nativa de Europa, se usa como antiespasmódico y se da a las mujeres en labor de parto.
10. Ruda:
También de Changó, se le conoce por ser la “mata brujos”, en la casa donde crece esta planta, los ndoki (espíritus de la oscuridad) no penetran. “Es una precaución tener una mata de ruda en el patio. Nunca se sabe quién vive en la otra puerta”, dice Cabrera.
La Ruda es una yerba aromática y medicinal cultivada en jardines. Pertenece a la familia de las Rutáceas y tiene un olor muy penetrante, pero es muy estimada como remedio casero para fricciones y baños. Según Gómez de la Maza, es “excitante, nervino, poderoso emenagogo (menstrual). Se usa principalmente como emenagogo, asociándose a la sabina, el azafrán y la artemisa”.
Si le agradó nuestra compilación o conoce otras plantas de igual importancia para la práctica de la santería en Cuba, sea bienvenido a dejar sus comentarios.
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