"Sin mirar atrás" es el título en español de la autobiografía del bailarín Carlos Acosta, que estaba previsto que se presentara en la Habana mañana sábado 11 de junio, en el habitual “Sábado del Libro”, según aparece publicado en la web de Acostadanza, la compañía que acaba de fundar el famoso bailarín.
En la nota publicada allí, se precisa que la publicación correría a cargo de Eduardo Heras León y de la editora Dania Pérez Rubio, sin embargo, Cubanet ha informado que la presentación se ha suspendido. Ello cuando además el bailarín ya iría camino de La Habana.
Todo parece venir porque a pesar del título, el bailarín obviamente sí ha mirado detallamente en su pasado, y en lo que cuenta estaría implicada, y no muy positivamente, la mismísima Prima Ballerina Assoluta, Alicia Alonso.
De hecho ya resulta extraño que un libro que fue publicado por primera vez en el lejano 2007 con el título "No Way Home: A Cuban Dancer`s Story", por la editorial Harper Collins, en el Reino Unido; y luego por Scribner’s, en los EE.UU., haya tenido que esperar hasta el 2016 para ser editado en Cuba (siendo también la primera edición en español).
Cuentan que el libro, antes de acabar siendo publicado por el sello Arte y Literatura, estuvo en el plan de publicaciones de Unión (la casa editorial de la UNEAC), pero la publicación no se llegó a concretar por la intervención de Alicia Alonso, muy disgustada con lo que de ella se dice en el libro.
Los que han leído el volumen afirman que el autor cuenta de su pobre infancia, de sus estudios en la escuela cubana de ballet y de su desempeño en el Ballet Nacional de Cuba. Sin embargo, por lo visto, dentro de lo narrado se da a entender que Carlos Acosta sufrió directamente la consecuencias de cierta actitud "racista" de Alicia Alonso.
Los organizadores de la presentación fallida de mañana tendrán que dar la cara, aunque nadie sepa a ciencia cierta las razones que darán para escamotear la verdad.
Tiene razón Jorge Ángel Pérez cuando repara en la siguiente ironía:
Es increíble que Isabel II, Reina de Inglaterra y mayor representante de una monarquía que en otros tiempos propiciara la trata de negros, convierta al bailarín negro, y cubano, en Comendador de la Excelentísima Orden del Imperio Británico, mientras la gerontocracia de esta isla, que vio nacer al gran artista, impida que se presente un libro que él mismo escribiera.
Lo que no saben quienes hayan tomado la decisión de suspender la presentación del libro, es que esa medida encenderá todavía más el deseo de leerlo.
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