Aunque los trabajadores de Fin de Siglo fueron los primeros cuentapropistas en sindicalizarse ―en 1996― cuando radicaban en el Malecón, lo cierto es que el Estado planea cerrar su actual local, instalado hoy día en la conocida tienda Fin de Siglo.
La tienda de la calle Galiano, en Centro Habana, podría tener los días contados.
Los trabajadores ya esperaban recibir la notificación oficial durante una reunión convocada hace unos días por la Empresa Provincial de Comercio ―que es la que les alquila el local― y por la Central de Trabajadores de Cuba, según comenta Diario de Cuba en un extenso reporte.
No obstante, cuando ya un amplio grupo de cuentapropistas se había reunido en el Parque Trillo, el encuentro, que estaba programado en el Palacio de la Rumba, fue suspendido "por falta de fluido eléctrico".
Se habló de hacer la reunión en el mismo parque, pero la representante del Sindicato Nacional de Industria se negó. Y precisó
Esto no es así, hay que sentarse con calma, porque se tocarán temas escabrosos.
El plan de sacarlos de Fin de Siglo viene de hace meses. En reuniones con Conrado Jiménez, subdirector técnico de la Empresa de Comercio de La Habana, habrían tocado el tema, preocupados por la situación.
Era seguro que saldrían, pero no se sabía cuándo. Por su parte, la CTC, tampoco ha podido dar una respuesta concreta a las dudas de los cuentapropistas.
Diario de Cuba precisa que Mirtha González, encargada de atender a los distintos sindicatos en esa institución, dijo que la situación aún estaba "en proceso" y, por tanto, no se brindaría "ningún tipo de información".
"Cuando se convoque próximamente a los miembros del sindicato de la feria se sabrá qué es lo que toca", dijo González y añadió que "tiene que ver con la Ley 60".
Dicha legislación establece un procedimiento para arrendar a cuentapropistas establecimientos comerciales estatales en desuso.
Uno de los pretextos de las autoridades para sacarlos del local sería recuperar tienda, a lo que se suma el mal estado arquitectónico del inmueble.
Sin embargo, los cuentapropistas arrendatarios no se explican esta situación, pues el contrato con la Empresa de Comercio establece que el 30% de la recaudación del alquiler del lugar debe ser destinado a reparaciones.
Adónde han ido a parar los fondos, es una buena pregunta por responder.
En noviembre de 2012, según cuentan, el Gobierno les informó sobre la realización de obras de restauración.
Los ejecutores del proyecto serían la empresa de construcción SECONS y Diseño Ciudad Habana (DCH).
Sin embargo, según recuerda una de las cuentapropistas:
eso nunca sucedió, porque la empresa de Comercio a la cual se le arrienda el local no cumplió con los términos del contrato. Sabemos que llegaron a hacer un apuntalamiento en la planta alta, que después alguien 'de arriba' mando a quitar, a pesar de la seguridad que representaba para nosotros.
Y añade:
Después vino una brigada, hizo algunas reparaciones y desapareció. Nunca se nos dijo a dónde fueron a parar el dinero, los materiales. Pedimos la información y nos dijeron que no tenían por qué rendirnos cuentas.
Los trabajadores aseguran que han manifestado su disposición de asumir la rehabilitación con esfuerzo propio y constituir una cooperativa no agropecuaria (CNA).
Como Cooperativa, podrían alquilar el local con mayores garantías en cuanto a tiempo.
No quieren diluirse en pequeños locales, sino permanecer unidos. Sin embargo, se impone el secretismo y la falta de explicaciones a quienes las merecen sobradamente.
Estos cuentapropistas empezaron a trabajar como colectivo en la Quinta de los Molinos (en la Avenida Carlos III); después los trasladaron a la Avenida de los Presidentes, y luego a la Feria del Malecón (en 1ra y D).
A pesar de ser muy rentables, fueron trasladados para Galiano, y la opinión de los trabajadores no importó.
Ahora, están a punto de hacer las maletas nuevamente, y hacia un destino de momento desconocido.
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