La Habana (EFE).- Ya son 12 los opositores que se declararon en huelga de hambre en los últimos días para pedir al gobierno cubano que ponga fin a la represión en la Isla y a los "asaltos" en la vivienda de los activistas.
Dentro de este grupo está el conocido disidente Guillermo Fariñas, que se declaró en huelga de hambre y sed. La lista de los huelguistas se incrementó este viernes con el expreso político Eduardo Díaz Fleita, miembro del "Grupo de los 75", en Pinar del Río; y Graciela Domínguez, activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) en Santiago de Cuba.
Por su parte, Fariñas, premio Sájarov 2010 por la defensa de los derechos humanos y coordinador del Frente Antitotalitario Unido (Fantu), inició una huelga de hambre y sed el pasado 20 de julio, en el primer aniversario del restablecimiento formal de las relaciones entre Cuba y EE.UU.
Según denuncias de la disidencia, durante ese periodo se ha recrudecido la represión contra ellos.
El disidente explicó a Efe que con esta nueva huelga de hambre reclama que el presidente, Raúl Castro, se pronuncie públicamente sobre el aumento de "detenciones con violencia y golpizas" a opositores, "a los que se encarcela por delitos menores para encubrir motivos políticos", al tiempo que reclama que el Gobierno abra un diálogo con la disidencia.
Antes que Fariñas, se declararon en huelga de hambre ocho integrantes de la Unpacu en la provincia oriental de Santiago de Cuba, entre el 13 y 18 de julio.
De igual forma, Rolando Yuset Pérez, preso por motivos políticos en una prisión de Artemisa, está en ayuno desde el 18 para pedir su excarcelación.
El primero de los activistas que se declaró en huelga de hambre fue Carlos Amel Oliva, coordinador juvenil de la Unpacu en Santiago de Cuba, el pasado 13 de julio, después de que agentes de la Policía y la seguridad del Estado, entraron en su domicilio y le decomisaron ordenadores personales, teléfonos móviles y discos duros.
Según Oliva, que hoy suma diez días de ayuno, estos "asaltos" a domicilios que organizaciones opositoras utilizan como sedes para sus reuniones, junto con la incautación de objetos personales y materiales, han sido frecuentes en los últimos meses.
"Entran a las casas con escopetas de asalto y chalecos antibalas, como si se tratara de un gran operativo, como una forma de intimidación, no tanto a los opositores, sino hacia la población que simpatiza con nosotros", declaró Oliva a Efe.
Desde que Oliva inició su huelga de hambre, otros activistas de organizaciones opositoras han seguido la misma estrategia para reclamar en la isla el respeto de los derechos humanos y el fin de la violencia.
Según los datos de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), que está haciendo seguimiento de la evolución de estos opositores en huelga de hambre, en lo que va de año se han contabilizado más de 6.500 detenciones por motivos políticos, en muchos casos con violencia.
La CCDHRN, liderada por el disidente Elizardo Sánchez, es el único en la isla que registra y divulga las cifras sobre este tipo de incidentes en Cuba, donde el Gobierno considera a los opositores "contrarrevolucionarios" y "mercenarios".
(Imagen de 14ymedio).
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