La pintora de origen cubano Carmen Herrera tiene 101 años, pero vendió su primer cuadro hace poco más de una década, a los 89. Ahora está a punto de conseguir un sueño: una retrospectiva en el Whitney Museum (Nueva York), según revela esta información de Martí Noticias.
No obstante, su obra ya está presente hasta en la Tate Modern, de Londres.
Cuentan sus biógrafos que frecuentó los círculos de artistas vanguardistas como Jean Arp, Willem de Kooning o Mark Rothko.
Ha vivido en La Habana, París y Nueva York, y nunca ha dejado de pintar bajo el influjo de las vanguardias.
Próximamente será objeto de una retrospectiva en el Whitney Museum, lo que supone para ella un sueño cumplido.
En lo que respecta a su pintura, ha confesado: “a mí, francamente, lo que siempre me ha gustado es la línea recta”, y así lo confirma un rápido repaso por su obra.
Conocer a Ella Fontanals-Cisneros, coleccionista cubana y fundadora del museo CIFO, en Miami, también ayudó a su reconocimiento.
La cotización de una obra de Herrera puede oscilar entre los 13.600 euros (15.000 dólares) y los 453.000 euros (medio millón de dólares).
Sus cuadros forman parte de las colecciones del MoMA, Whitney, Walker Art Center, Smithsonian Museum, Museo del Barrio y Hirschorn Museum, además de la Tate Modern.
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