Frontier Airlines volará a Cuba a partir del 1 de diciembre para sumarse así al resto de las aerolíneas norteamericanas que ya operan en la isla.
La flota fijó el precio de sus pasajes hacia Cuba en $189 dólares ida y vuelta y los viajeros que aborden desde el aeropuerto internacional de Denver deberán desembolsar 281 porque estarán obligados a hacer escala en Miami.
Frontier Airlines, fundada en 1994, vuela hacia casi 60 destinos en Estados Unidos y a más de 10 países como México, Canadá, Argentina, Brasil y Venezuela.
La aerolínea brinda a los pasajeros, entre otros servicios, televisión satelital y sus naves son fácilmente distinguibles por su diseño exterior, con imágenes de plantas y animales.
La flota es una de las autorizadas por el gobierno estadounidense para viajar a Cuba después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
La línea aérea encargada de la reapertura de los vuelos desde Estados Unidos fue Jet Blue, que arribó el 30 de agosto al Aeropuerto Internacional de Santa Clara, Abel Santamaría. Un día después le siguió Silver Airway y poco más tarde American Airlines.
La aprobación de los vuelos a Cuba levantó grandes expectativas entre los estadunidenses y la comunidad cubanoamericana. Pero recientemente el senador por La Florida, Marcos Rubio, de origen cubano, y el demócrata Bob Menéndez, presentaron un proyecto de ley para dar al traste con esta popular medida, que fue acogida con gran entusiasmo por la mayoría de los cubanos residentes en la Florida, es decir el propio nicho de votantes de Rubio.
La propuesta, secundada por otra similar presentada en el Congreso por el republicano por New York, John Katko, ha avanzado en la Cámara de Representantes, pero, según especialistas consultadas por CiberCuba, tiene muy pocas posibilidades de ser aprobada tanto por la presión de las propias aerolíneas, como por la aceptación que despertó entre la mayoría de los estadunidenses y cubanos residentes en dicho país, que esperan definitivamente la eliminación del bloqueo para que se normalicen las relaciones entre ambas naciones.
Y la reinauguración de los vuelos es un paso muy importante para la concreción de esa posibilidad, impensable hace solo unos años atrás. Cuba y Estados Unidos no solo han comenzado a “unirse” por aire. En la lista de espera hay otras empresas de transporte, como las flotas de ferrys, que han ejercido una notable influencia por comenzar a operar en Cuba, un mercado en el que esperan sentar pautas a nivel mundial y obtener, también, jugosas ganancias.
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