En los momentos actuales en que la música urbana cubana, principalmente la reggaetonera, parece vivir un boom sin final, es bueno traerle a las actuales generaciones la figura de un hombre que se le considera "El Padre" de este género en Cuba.
Su nombre es Rubén Cuesta Palomo, aunque la mayoría de las personas lo conoce por su nombre artístico: Candyman.
Los inicios de Candyman en la música urbana no fueron fáciles. Al tratarse de un género distanciado enteramente de las genuinas tradiciones de la música cubana, y con una lírica y una métrica más apegada a los "géneros de calle" en la vecina Puerto Rico (no olvidar que Puerto Rico es una colonia de los EEUU), sus canciones comenzaron a ser vetadas.
De algún modo, porque lo novedoso y lo prohibido siempre termina "pegándose", sus canciones y su forma de hacer música se dio a conocer en toda Cuba.
Candyman no se quedó ahí, sino que evolucionó en su forma de componer, y muestra de ello es que comenzó a hacer "música de denuncia social".
Preguntado por su unión a UNPACU responde haberlo hecho por creer en ellos y sus valores y añade "puede que haya personas en la UNPACU que la cojan para resolver o la cojan para emigrar (...) pero el sentido de la UNPAU es justo".
Llegado recientemente a la ciudad de Miami, lugar donde sin dudas debió estar en el pasado Festival del Cubatón 95.7, Candyman nos promueve un mensaje contestario y sincero, muy lejos de aquellos temas como "La Cosita".
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: