Como saben mi vida ha estado muy unida a los deportistas cubanos, en particular cuando de representantes del deporte rey hablamos.
En ese gran colectivo, que tantísimos buenos momentos nos ha reportado, ha habido algún que otro que siempre se me hizo difícil para entrevistarlo, aunque nunca recibí negativas y, casualmente, dos de ellos son primos hermanos: el multicampeón mundial y titular olímpico de Sydney 2000 Iván Pedroso en salto de longitud, y la vallista corta mejor del campo y pista cubano, Aliuska López. Es, precisamente, a la monarca del orbe bajo techo Barcelona 95 a quien traemos hoy a este espacio de CiberCuba.
“Éramos ocho entre primos y hermanos. No parábamos, intranquilos, acabábamos con la paciencia de nuestros padres. Así, un buen día decidimos apuntarnos a las clases de atletismo, y reproducíamos en ellas nuestros corretajes. Empezamos en la Habana del Este con la profesora Rosa Hernández. Después Iván y yo fuimos avanzando en la pirámide del alto rendimiento: Escuela de Iniciación Deportiva “Mártires de Barbados”, la Escuela de Perfeccionamiento Atlético de la capital, terminando en la preselección nacional. Era una chica muy técnica desde mis inicios y siempre me gustó y destaqué en las vallas.”
Precisamente en esa especialidad, Cuba cuenta con un entrenador que bien pudiéramos considerar un mago. Donde Santiaguito Antúnez ponía el ojo ponía un campeón: Anier García, Dayron Robles, Emilio Valle, Anay Tejeda y Aliuska López son el mejor ejemplo.
“Santiago Antúnez es para mí como mi padre. Es el hombre que me enseñó a creer en mí. En aquellos años de finales de los 80 y la década de los noventa era mis ojos, era mi todo, era mi mago particular, y sigue siendo muy importante en mi vida. Fueron muchos años juntos, desde mis catorce años hasta el final de mi carrera en Cuba”.
Aliuska ha sido, sin discusión, la vallista corta más destacada y estable del atletismo cubano. Campeona, medallista o finalista de eventos de primer nivel son actuaciones que lo atestiguan.
“Zagreb fue mi primera competición de nivel mundial, fue mi estreno en las categorías de mayores. Si te digo que corrí y no sabía que había establecido récord mundial juvenil no te miento. Hasta que Santiaguito no me lo dijo no lo creí. Fue una experiencia única e inolvidable. Ésa carrera siempre estará en mi mente”.
Si te digo que corrí y no sabía que había establecido récord mundial juvenil no te miento
Y esa carrera fue en el año 1987, cuando conquistara la medalla de plata en los Juegos Mundiales Universitarios celebrados en Zagreb, entonces Yugoslavia, y su tiempo de doce segundos 84 centésimas, en los 100 metros con vallas, constituyó en ese instante plusmarca nacional.
La Ciudad Condal, Barcelona, organizaba en febrero de 1995, el Mundial de Atletismo Techado. Allí, Cuba se llenaría de gloria con cuatro medallas de oro, una de ellas de Aliuska en los 60 metros con vallas.
“Parecía que la pista cubierta era mi fuerte pero no era así. Lo que sucedió es que ese año estaba muy bien, llegué a la justa en muy buena forma deportiva y realicé la carrera perfecta, la que todos sueñan: una magnífica salida y la carrera muy limpia”.
En tres asistencias a Juegos Olímpicos, a pesar de codearse entre las mejores del planeta, la habanera no pudo conquistar el podio. “Es una espinita que tengo clavada; sin embargo, estoy satisfecha porque salí a las pistas y lo di todo. Mis rivales lo hicieron mejor. Es todo.
“En los Juegos de Barcelona 92 debuté con un sexto lugar olímpico. Nada mal, comenzaba mi bregar olímpico. Lamentablemente, en mis otras presentaciones tampoco pude colgarme en el pecho la medalla. Semifinalista en Atlanta y de nuevo en Sydney, en la final, quinta”.
Para cualquier deportista cubano el haber tomado parte en los Juegos Panamericanos de La Habana 91 representa algo histórico en sus carreras. Imaginen ustedes si su resultado entusiasmó a todo el Verde Caimán.
“Correr delante de mi pueblo, con esas gradas repletas; hacerlo ante mi familia, es lo más bonito que le puede pasar a un atleta. En mi vida deportiva, con tantos momentos bonitos, esa medalla de oro ocupa un lugar predominante. Dar la vuelta al óvalo, con mi bandera, el bullicio de aquellas miles de personas y tú y tu camarógrafo detrás de mí, corriendo por la pista, en pos de mis primeras palabras. Creo que fue la entrevista que con más gusto te di”.
Aliuska López asistió además a dos Campeonatos Mundiales Juveniles, con sendas medallas; sub campeona en los Juegos Panamericanos en 1987 y monarca en los de Mar del Plata 95 y Winnipeg 99, ganadora de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1990, medallista de bronce en el mundial bajo techo de ese año; titular de la Copa del Mundo de Atletismo de La Habana y del Campeonato Iberoamericano del propio 1992. Cuarta, con récord nacional de 12,73, en el Mundial de Stuttgart 93, y primera en la Copa del Mundo de Atletismo en Londres 94. En pista cubierta amén de su oro en Barcelona, sumó un bronce en Sevilla 91.
Tras ubicarse quinta en la final olímpica de Sydney 2000, con tiempo de doce segundos 83 centésimas, Aliuska tenía muy claro que dejaría de entrenar en Cuba. Deseaba un cambio de vida tras tres lustros de bregar por pistas del mundo.
“Marché de Cuba casada. No por temas políticos. Yo en mi Cuba he vivido mis mejores años y no cambia nada mi sentir el que me marchara en busca de un futuro diferente, una vida diferente. Así empecé a competir con el club Oviedo de atletismo. Entrenaba con los mismos planes de Santiaguito que aún conservo.”
Yo en mi Cuba he vivido mis mejores años y no cambia nada mi sentir el que me marchara en busca de un futuro diferente, una vida diferente
En la Comunidad Asturiana, compitiendo por el Club de la Universidad de Oviedo desde el 2001, registra un crono de doce segundos 91 centésimas en Sotteville, Francia. En el 2002 implanta dos récords para Asturias, con 13,05 y 12,96 segundos, en eventos celebrados en Salamanca y Atenas, respectivamente. En el 2003 fue ganadora del Campeonato Absoluto de Asturias en 100 metros planos y en 100 metros con vallas. En esta última especialidad establece un nuevo primado para Asturias con 12 segundos 89 centésimas. También se destaca en los 60 metros con vallas pues implanta otros tres récords para la comunidad asturiana: 8.14, 8.08 y 8.01. Se mantiene corriendo hasta el 2008, cuando se impone en el premio deportivo Ciudad de Oviedo.
“Actualmente vivo en el mismo Oviedo, la capital de Asturias. Mis niños son mi mayor medalla. Tengo dos príncipes; uno, Javier, de siete años y el otro, Víctor, un diablito de sólo cuatro. Trabajo como monitora en el gimnasio de un pequeño pueblo y ejerzo a la vez como entrenadora personal”.
Actualmente vivo en el mismo Oviedo, la capital de Asturias
Desde aquella infancia repleta de carreras, sueños y juegos, Aliuska López sabe lo que es la familia. Para la capitalina, su familia es una parte muy importante de su vida. ”Hace poco mi mamá estuvo aquí y fue una etapa muy especial estar junto a ella..
“Me tocó competir en una época dorada del atletismo cubano, en los tiempos en que mi primo Iván Pedroso y el Príncipe de las Alturas, Javier Sotomayor, dominaban el mundo en sus respectivas especialidades (para mí los más grandes atletas cubanos de todos los tiempos). Estoy muy feliz por ello”.
En cuanto a los mejores vallistas del planeta, la criolla se inclina por los estadounidenses Collin Jackson y Allen Johnson y los cubanos Anier García y Dayron Robles. Entre las chicas se inclina por la también norteña Gail Dever.
Sin dudas, la cubana que camina firme por la vida, forma parte de aquella época de oro que tan feliz nos hizo y que tanto añoramos.
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