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Baracoa indignada por documental de la Televisión Cubana sobre el huracán Matthew

“De ninguna manera lo visto en pantalla dejó ver la dimensión real o aproximada de la devastación provocada por el huracán Matthew”.

Baracoa © CiberCuba
Baracoa Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 7 años

La emisión por la Televisión Cubana del documental “Estamos Vivos”, sobre los embates del huracán Matthew en la zona más oriental de la isla, ha levantado la indignación de muchos baracoenses por su insuficiente acercamiento al impacto real del fenómeno en esa ciudad.

Según asegura el periodista local Richard Gómez Castellanos, el referido material audiovisual creó en muchos baracoenses un sentimiento resumido en dos palabras: “estamos inconformes”.

En un artículo original del blog La Bolita´el Mundo y replicado por el medio oficialista Radio Baracoa, el corresponsal explicó que “de ninguna manera lo visto en pantalla dejó ver la dimensión real o aproximada de la devastación provocada por el huracán Matthew en el oriente cubano el pasado año”.

“Quienes vivieron las agónicas horas que unieron la noche del 4 de octubre (…) saben que el audiovisual referido se quedó en la epidermis de la realización. Lo peor, como es de suponer, es que la audiencia no pudo equilibrar como debía la información recibida antes sobre la tormenta en medios de prensa locales, nacionales y del mundo a partir de los más variados recursos periodísticos, y de las historias de la gente”, comentó.

El periodista se quejó que el impacto de Matthew pasó a la televisión cubana sin el apoyo visual más representativo del suceso, como las impactantes imágenes de los edificios ubicados a lo largo de la zona litoral del Malecón de Baracoa.

“Nada hubiera dado una idea integral de lo sufrido en este territorio como las vistas de los pisos bajos de edificios familiares del malecón abiertos y agrietados por el viento; hogares en el campo derribados, semidestruidos; postes caídos, virados, partidos por doquier; gritos de Madre Natura traducidos, por ejemplo, en cientos o miles de palmas y cocoteros en el suelo a manera de un juego de palitos chinos, cuando no en pie pero sin que jamás puedan producir de nuevo”, describió.

De igual forma, el periodista considera que lo principal fue que faltaron entrevistados, así como narraciones que sensibilizara genuinamente al televidente.

“No creo que por falta de quien supiera hacerla, aunque tampoco pueda sostener que hubo poca búsqueda, por la razón que fuese, de testimoniantes”, expresó.

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