Un grupo de cubanos de varias edades opina en este reportaje ―difundido por Diario de Cuba― acerca de la opciones de entretenimiento que ofrece la 26 edición de la Feria Internacional del Libro, que se celebra hasta el próximo 19 de febrero, en La Habana.
A pesar del nombre del evento, que aglutina a miles de personas cada día durante dos semanas en la Fortaleza de la Cabaña, lo cierto es que en los últimos años la Feria del Libro se ha diversificado tanto en ofertas comerciales de todo tipo que pareciera que comienza a diluirse parte de su esencia: ser una fiesta del libro y un espacio para compartir, ante todo, literatura y cultura.
En días atrás, el ministro Abel Prieto calificaba de "chatarra cultural" la creciente oferta de libros comerciales en la Feria, sin embargo, lo realmente preocupante es que la motivación de una gran parte de los asistentes a la Feria del Libro, según dicen muchos de los entrevistados, no parece ser literaria, o al menos no parece ser la principal de un evento cuya base y raíz es esa.
Por lo demás, hay criterios para todos los gustos entre quienes creen que este año ha estado mejor que nunca, y otros que ven pobreza en algunas ofertas o creen que los precios están muy elevados.
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