Esta es la historia de Inalvys Bueno, quien trabaja en un organopónico de 1,59 hectáreas de tierra junto a dos mujeres más. Según Inalvis, es una tierra "buenísima para tomate, habichuela, lechuga, quimbombó, acelga, berenjena, remolacha, calabaza, cebolla, zanahoria...". Pero hay un gran problema: el agua.
En aras de combatir la sequía, estas mujeres tienen un reservorio de agua y, con regaderas, preparan la tierra para la siembra. Con su trabajo, se abastecen los círculos infantiles, las escuelas, los hogares de ancianos.
Según Inalvis, a veces las personas del lugar no tienen agua durante el mes, por lo que no les queda más remedio que transportarla. “Sin agua, no hay nada”, dice.
¿Cómo combaten la sequía? No te pierdas este reporte.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: