Una migrante cubana, detenida durante semanas en el Centro T. Don Hutto en Taylor, Texas, dijo que varios de los casi 40 isleños que allí se encontraban habían cruzado la frontera EE.UU-México a nado por el Río Bravo, informó el Nuevo Herald
Según la migrante, Niuvis Ramos, entre las cubanas que permanecían en el centro de detención del Servicio de Aduanas e Inmigración, “algunas de ellas al ser detenidas por la patrulla fronteriza demostraron un miedo creíble a regresar a Cuba. Ahora esperan defender su caso ante un juez en EE.UU”.
De acuerdo con la publicación, la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) no quiso hacer comentarios sobre la llegada de cubanos “mojados” desde México.
Igualmente, el portavoz de la Patrulla Fronteriza en el sector de Laredo, Richard Pauza, aseguró no saber sobre ningún caso de cubanos detenidos al entrar ilegalmente a territorio de EE.UU.
“Ellos estaban en los puestos migratorios en el momento de la Obamada”, dijo al Herald la cubana Irina Feijóo, esposa de Adalberto Agramonte, un migrante que llegó a territorio estadounidense apenas unos días antes del fin de la política migratoria Pies Secos/Pies Mojados.
“Aunque habían entregado todos los papeles y llegaron antes de las 4:30 pm, los oficiales de la frontera no los procesaron porque habían recibido órdenes de detener el flujo de cubanos”.
El abogado Jorge Rivera, especializado en temas de inmigración, asumió la defensa de estos cubanos y se mantiene muy optimista sobre el caso. Al respecto, menciona el caso de la cubana Jennifer López, a quien le fue otorgado un ‘parole’ luego de demostrarse que estaba en territorio norteamericano antes de finalizada la política.
Gracias a ese documento podrá esperar hasta el año y un día en que se convierte en elegible para regular su estatus legal bajo la Ley de Ajuste Cubano de 1966. “Esa es nuestra estrategia para salvar a los últimos cubanos que llegaron a Estados Unidos bajo la administración Obama”, dijo Rivera.
Con información del Nuevo Herald
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