Marta Llanes Torres, una bióloga cubana de 62 años, ha pasado el último año criando en su casa de La Habana a dos chimpancés del zoológico de la ciudad como si fueran sus propios hijos, un proceso del que ha sido testigo el periodista de Univisión Enrique de la Osa.
Ahora, después de un año de crianza en casa de Marta, Anumá y su medio hermana Ada deberán volver al zoológico ya que se están haciendo demasiado difíciles de manejar para su cuidadora.
Según relató el director de comunicaciones del zoológico de Miami, Ron Magill: "Es relativamente fácil para una persona criar un bebé chimpancé, muy similar a criar un bebé humano".
"Sin embargo, una vez que el chimpancé comienza a madurar y desarrollar su fuerza natural (cuatro veces mayor que la de un ser humano), se vuelve inmanejable y de hecho peligroso", añadió.
Llanes acogió a los chimpancés porque sus madres no los quisieron amamantar y desde entonces se ha dedicado a tiempo completo a ellos. Anumá y Ada dependen de su cuidadora para todo. Ella les cambia los pañales, prepara sus comidas e, incluso, duerme con ellos en su cama.
Anumá y Ada se alimentan fundamentalmente de frutas y vegetales y disfrutan del plátano, del plátano macho, de la guayaba, de la sopa de calabaza y de tubérculos mixtos (malanga y camote).
Marta reconocé que extrañará a sus pequeños de los que dice: "Es muy reconfortante tenerlos alrededor porque te atacan, te conocen, te reconocen".
Ahora mismo sus rutinas giran alrededor de ellos. No los saca de casa por miedo a que se enfermen, por lo que una vez a la semana una persona acude a casa de la bióloga para que ella pueda salir a hacer compras o mandados.
Una vida dedicada a los chimpancés
Anumá y Ada no son, sin embargo, los primeros chimpancés que Llanes ha acogido en su casa sino que ocupan el lugar 35 y 36 de una larga lista que empezó a fraguarse en 1983 cuando su suegra y ella acogieron a la primera cría de estos animales.
"Desde ese momento, me di cuenta de que quería hacer esto durante el resto de mi vida", declaró la bióloga.
Llanes además explicó que criar chimpancés fue una gran experiencia que la preparó para criar a su hija. "Ya yo había cambiado tantos pañales y había alimentado con biberón a tantos y tantos bebés que supe que sería una buena madre", señaló, a la par que agregó que para su propia hija Kaly crecer con chimpancés fue una experiencia altamente posititiva:. "Para ella no fueron 'los chimpancés de mi mamá'. Ella les decía 'mis hermanitos y mis hermanitas'", dijo Llanes.
Los chimpancés en el zoológico de La Habana
Una larga trayectoria dedicada a los chimpancés ha permitido a la bióloga llegar a la conclusión de que entre estos animales "cuando hay demasiada endogamia hay problemas con sus pesos al nacer y con sus instintos maternales".
Actualmente hay 13 chimpancés en el zoológico, pero la mayoría son descendientes del mismo macho, Philips, que ha engendrado 60 hijos.
Por este motivo, Llanes espera que Anumá y Ada sean adoptados por otro zoológico cuando alcancen la edad reproductiva ya que en el caso contrario tendrán que vivir con demasiados hermanos y hermanas y "eso obviamente no es saludable".
Además, el hecho de que las personas críen chimpancés "crea un círculo vicioso, porque ser una buena madre es un comportamiento aprendido que enseñan las madres y luego se transmite de generación en generación".
"Si son criados por un humano, los chimpancés, casi siempre, se convierten en inadaptados sociales con otros chimpancés. Esto ocurre especialmente cuando se trata de la maternidad, pues estos chimpancés nunca tuvieron la oportunidad de aprender, de otros chimpancés, cómo ser buenas madres", dijo.
Para evitar esta situación, el zoológico de La Habana está haciendo mejoras en el área de los chimpancés, de manera que en el futuro haya instalaciones para cuidar de las madres y los bebés que no estén saludables en las instalaciones de una zona de cría artificial
No obstante, Llanes remarca: "Si me necesitan, seguiré siendo una madre para ellos hasta que me muera".
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