Desde la llegada de Donald Trump al poder los vínculos de miembros cercanos a la Administración Trump con el gobierno ruso han generado grandes suspicacias en la opinión pública a nivel mundial. En los últimos meses las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Rusia han ocupado un lugar destacado en la esfera política estadounidense.
Al inicio de su mandato el presidente estadounidense declaró en repetidas ocasiones que la relación de Estados Unidos con Rusia iba a cambiar, pero entonces pocos imaginaban que meses después la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses terminaría con la destitución del director del FBI o que el presidente estadounidense compartiría información confidencial sobre terrorismo con miembros del gobierno ruso.
Esta situación política es la que pretende reflejar Time en su portada del mes de mayo. Así la empresa Brobel Design ilustra la transformación del representativo edificio de la Casa Blanca en el Kremlin.
La publicación afirma además en sus páginas interiores:"Rusia puede haberse hecho finalmente con la capacidad que siempre buscó, pero que nunca alcanzó en la Guerra Fría: alterar el curso de los acontecimientos en EEUU manipulando la opinión pública"
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