La Habana (EFE).- Los índices de natalidad en Cuba siguen decreciendo después que en 2016 la Isla registrara 8.192 nacimientos menos que en 2015, año en que se produjo un repunte, según la prensa oficialista.
A pesar de que el Gobierno cubano aprobara recientemente leyes para fomentar la fecundidad, el año pasado ocurrieron 116.872 alumbramientos, una cifra notablemente menor que los 125.064 de 2015 cuando se reportaron 2.400 más que en el año anterior.
En la nación caribeña cada vez es menor el número de hijos por mujer, lo cual influye directamente en el reemplazo generacional del país que de acuerdo a los pronósticos será el noveno con la mayor población de ancianos del mundo para 2050.
El Anuario Estadístico de Salud de 2016 indica que las provincias con mayor número de nacimientos fueron La Habana (18.968) y las orientales Santiago de Cuba (12.433) y Holguín (10.722).
En el otro extremo, las de menor índice fueron Mayabeque -antigua provincia Habana con 3.689, Cienfuegos con 4.266 y el municipio especial Isla de la Juventud con 962.
Los especialistas cubanos analizan el fenómeno tomando como referencia el año 1970 cuando nacieron casi el doble de personas que en 2012, y aseguran que para garantizar el reemplazo poblacional se necesita que cada mujer tenga al menos una hija que la sustituya.
Entre las causas de la disminución de la natalidad, los expertos señalan al aplazamiento del parto para anteponer metas y prioridades en la vida profesional, la emigración de las mujeres en edad reproductiva y la falta de vivienda propia.
Estimular la natalidad es un reto considerado "inaplazable" por el Gobierno cubano, por lo que el pasado febrero aprobó dos decretos y cuatro resoluciones para extender los beneficios de la maternidad, que incluyen la participación remunerada de otros familiares en el cuidado de los hijos y el recorte de impuestos a las trabajadoras del sector privado con dos o más hijos menores de 17 años.
Desde hace más de 30 años, la tasa global de fecundidad en Cuba no supera los 2,1 hijos por mujer, necesarios para alcanzar un adecuado reemplazo poblacional, mientras que casi el 20 % de los cubanos (unos 2,1 millones) tienen más de 60 años.
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