Amarilis Savón: “La disciplina que aprendí en el equipo nacional me ha servido en mi cotidianidad”

"La disciplina que aprendí en el equipo nacional me ha servido en mi cotidianidad. El profe Veitía era muy exigente, nos ponía cotas muy altas, pero después venían las victorias. No era sólo entrenar y competir ¡Eran enseñanzas de vida!"

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Este artículo es de hace 7 años

Barcelona 92. Debutaba en Juegos Olímpicos la rama femenina en ese arte marcial convertido en deporte que es el judo y Cuba se adentraba triunfal en los escenarios del Universo. Y en aquel entonces, la ciudad condal recibía con los brazos abiertos a una cubanita pequeña, casi una adolescente, que hilvanaría a partir de ahí una exitosa carrera. Debutaba en la división de los 48 kilos, Amarilis Savón.

Nacida en Songo la Maya, provincia oriental de Santiago de Cuba el 3 de mayo de 1974, la bella joven narra su vida para los lectores de CiberCuba.


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“Me descubre Carlos Blanco, un verdadero maestro en eso de iniciar muchachos en el aprendizaje del judo. Después, las técnicas específicas del deporte las recibí del profe Mediaceja [así le decían].

“Estudié en la Escuela de Iniciación Deportiva, EIDE, “Capitán Orestes Acosta” de Santiago de Cuba; más tarde, en la ESPA nacional (Escuela de Perfeccionamiento Atlético), bajo la tutela de los preparadores Fondín y Cepero, para concluir mi ciclo en la pirámide del alto rendimiento en el Centro Nacional Cerro Pelado, con los entrenadores Ronaldo Veitía, Antonio Becali , Santiago Chinea y Armando Padrón.”

Amarilis Savón perteneció a una pléyade de gigantes judocas, que va desde nuestra primera campeona olímpica, Odalys Revé hasta Driulis González, multimonarca y plurimedallista olímpica y mundial.

“La convivencia era buena, como familia, con sus altas y bajas porque somos seres humanos, pero unidas. Nos ayudábamos las unas a las otras. Fue una generación de atletas con deseos de alcanzar un objetivo: ¡Trinfar! Éramos sanas, con amor al deporte, guajiras de campo, con familias espectaculares que nunca dejaron de creer en nosotras.

“No fueron casualidad todos nuestros triunfos. Llegamos a ser primeras en los Olímpicos de Sydney; somos quintas en total en las citas cuatrienales. Y eso lo hicimos porque teníamos una magnífica base. Teníamos grandes preparadores y éramos muy buenas deportistas.

“La disciplina que aprendí en el equipo nacional me ha servido en mi cotidianidad. El profe Veitía era muy exigente, nos ponía cotas muy altas, pero después venían las victorias. No era sólo entrenar y competir ¡Eran enseñanzas de vida! Él nos educaba con fábulas, con poemas, con frases de libros de grandes autores. Para ver bellos paisajes hay que subir montañas escabrosas. Y eso nos valió de mucho.

“Esa disciplina la mantengo tanto que actualmente llego a los lugares media hora antes de la fijada. Recuerdo cuántos entrenamientos tuve que hacer sábados y domingos por llegar tarde. Se dice fácil. Han pasado los años y eso me enseñó mucho.

“Además convivir con caracteres diferentes me convirtió en una psicóloga: entiendo y quiero a las personas muy fácilmente. Con sus dificultades y defectos: no somos perfectos ¡Eso me lo enseñó el judo! Y es que no es fácil el carácter de una judoca”.

La santiaguera compitió en 48 y 52 kilos. Su ascenso en el peso estuvo directamente relacionado con dar a luz a la primera de sus hijas. En la primera división, sus principales rivales fueron la inconmensurable japonesa Ryoko Tamura y la francesa Sara Nichilo, y en los 52, la también nipona Yuki Yokosawa.

“Precisamente es Ryoko Tamura la judoca que más he respetado. Su perfecta técnica, su judo limpio. La admiro profundamente.”

A propósito de la excepcional asiática, nunca la nuestra pudo vencerla pero, justo es decirlo, en dos ocasiones la Savón fue perjudicada por el voto de los jueces: en las Universiadas de Moscú del 98 y en la final del Mundial de Birmingham 99.

Entre las anécdotas que las unen se halla el Campeonato del Orbe de Osaka 2003, cuando Amarilis ya en los 52 kilogramos, obtuvo el cetro al imponerse a la gala Annabelle Euranie, y la primera que llegó a su lado para felicitarla fue Ryoko Tamura.

En ese torneo mundial, la criolla fue merecedora del Ippon Trophy que se adjudica a aquella judoca que gana todos sus combates por ippon.

Además compitió en otros cuatro Mundiales, Hamilton 93, Shiba 95, París 97 y Birmingham 99 con balance de dos preseas plateadas y dos de bronce. En el Mundial de Minsk, Bielorrusia 98, se tituló campeona por equipos.

“Yo participé en cuatro Olimpíadas y sumé tres medallas de bronce. Excepto en el 2000 que estaba embarazada, quedé tercera en Barcelona, Atlanta y Atenas”.

Amarilis Savón fue titular en tres Juegos Panamericanos y otros tantos Centroamericanos y del Caribe.

“En estos momentos vivo en Pembroke Pines en Florida. Estoy felizmente soltera; tengo dos niñas preciosas, una de 16 años y otra de 9, Lorena y Patricia. A la espera del Príncipe Azul, pero como sé que no existe, mejor me quedo como estoy, trabajando para una escuela (Charter School Somerset Academy) como profesora de Educación Física y de judo”.

Siempre la Savón fue además de linda, una chica femenina y sensual, y el paso de los años la ha embellecido aún más, con muy refinados gustos (me consta por haber coincidido con ella en más de una tienda en Juegos Olímpicos o Panamericanos), sus perfumes favoritos son Ángel y Kenzo.

“Me fascinan los buenos zapatos y carteras. Ni te cuento, ¡enloquezco con las tiendas! Vivo feliz, concentrándome en mi superación y en criar a mis hijas

“¿Qué si extraño mi tierra? Pues claro, ¡qué cubano no lo hace! Mi familia, mis costumbres, el olor fresco del campo, mis raíces.

“Estoy de acuerdo con la libertad y el destino que cada cual escoja. La vida no es fácil en ninguna parte, pero debes tener la opción de estar donde quieras y puedas estar”.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos