Un ciudadano canadiense de la ciudad de Ontario fue condenado por un tribunal de Nueva Brunswick a tres meses de prisión por tráfico ilegal de iguanas amenazadas.
Según 'The Canadian Press' el hombre que fue identificado como Grigori Zaharov, mientras que el nombre de su compañero no fue revelado. Ambos fueron interceptados en la aduana por agentes de los Servicios Fronterizos de Canadá, tras regresar en un vuelo desde Cuba el 17 de septiembre del pasado año, con dos iguanas rupestres cubanas sin haberlas declarado al entrar al país.
Zaharov se declaró culpable ante la sala del tribunal de Fredericton que le juzgaba por los delitos de importar un animal sin los permisos necesarios y de exportar un animal de Cuba sin la debida autorización. Ambos actos infringieron la Ley de Comercio Interprovincial de Animales Salvaje y Sanidad Vegetal, así como del Reglamento Internacional.
Según las leyes canadienses, toda persona hallada responsable de intentar importar a territorio canadiense cualquier "vida silvestre", o tratando de exportar "vida silvestre" sin los permisos requeridos, será juzgada y, si fuera declarado culpable, puede ser objeto de multas de hasta 150.000 dólares canadienses y hasta cinco años de cárcel.
La iguana rupestre cubana (cyclura nubila) es una de las más grandes del mundo. Los machos adultos alcanzan a veces longitudes de 1,25 a 1,5 metros, pueden pesar hasta 7 kilogramos.
Esta especie, así como los demás miembros de la familia cyclura son vulnerables debido, en parte, a la transformación del hábitat y el comercio ilegal.
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