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La Habana, 13 jun (EFE).- Ante la posibilidad de que Donald Trump anuncie este viernes una marcha atrás en el proceso de "deshielo" entre Cuba y Estados Unidos, un grupo de 55 emprendedoras cubanas pidió hoy en una carta a Ivanka Trump, hija y asesora del presidente norteamericano, que respalde el acercamiento entre los dos países.
En la carta, difundida por la coalición de empresas de EE.UU. Engage Cuba, las mujeres urgen a la hija de Trump a que, como "exitosa empresaria y líder en emprendimiento femenino", apoye las políticas "que han empoderado a las mujeres cubanas y a sus familias en toda la isla".
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"Sin duda, el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU. ha sido clave para el éxito del sector privado", aseguran.
Las firmantes invitan a Ivanka Trump a visitar el país caribeño para conocer de primera mano cómo las medidas aprobadas durante la Administración de Barack Obama han contribuido a fortalecer el incipiente sector privado de Cuba, conocido como cuentapropismo.
Entre esas medidas, las emprendedoras destacan la ampliación de las categorías bajo las cuales los estadounidenses pueden viajar a Cuba -aunque aún tienen prohibido hacerlo como turistas- y la relajación, en algunas áreas, del embargo comercial y financiero que EE.UU mantiene sobre la isla.
"Un retroceso en las relaciones traería consigo la quiebra de muchos de nuestros negocios y con ello, el sufrimiento de todas las familias que de ellos dependen", refiere la carta.
También recuerda que el sector privado emplea a cientos de miles de mujeres cubanas.
"Hoy, somos propietarias de hoteles de diseño, hostales, restaurantes y tiendas. Somos diseñadoras, fotógrafas, programadoras y mucho más. En nombre de las mujeres emprendedoras de Cuba, pedimos su apoyo", prosigue la misiva.
"Esperamos que usted, como exitosa mujer de negocios, comprensa la valiosa aportación que el intercambio de comercio, personas e ideas representa para nuestras empresas. Una alianza entre mujeres no solo contribuiría a la estabilidad del sector privado, sino que también abriría un nuevo capítulo en las relaciones entre nuestros países", asevera.
Por su parte, el presidente de Engage Cuba, James Williams, citado en un boletín del lobby empresarial favorable al acercamiento bilateral, sostuvo que si el presidente Trump de verdad quiere ayudar al pueblo cubano, "estas son las voces a las que debería escuchar".
"Los negocios de estas mujeres, sus vidas y sus familias resultarán afectadas" si el mandatario estadounidense finalmente decide endurecer las políticas de Washington hacia la isla, consideró Williams.
Se espera que Trump anuncie este viernes en Miami el resultado de la revisión que encargó nada más llegar al poder sobre la política de normalización de relaciones con Cuba iniciada por Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, en diciembre de 2014.
El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, afirmó hoy en Washington que su país quiere continuar "todo lo posible" la política de acercamiento, pero también asegurarse de que las empresas estadounidenses no aportan "apoyo financiero" al Gobierno cubano e "incentivar" a ese Ejecutivo a respetar más los derechos humanos.
Entre las medidas que podría anunciar el presidente de EE.UU el viernes se especula con un endurecimiento de las condiciones en las que los ciudadanos de su país pueden viajar a Cuba, y una prohibición a las empresas estadounidenses de negociar con entidades que tengan lazos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de la isla.
Desde que hace dos años y medio comenzó la normalización de las relaciones bilaterales tras más de medio siglo de enemistad, el número de estadounidenses que viaja a Cuba se ha disparado, y en 2016 se situó en 285.000, un 75 % más que un año antes.
Según una encuesta de Public Opinion Strategies citada por Engage Cuba, más del 75 % de esos viajeros se aloja en las llamadas "casas particulares" (hostales privados), come en restaurantes privados, los célebres "paladares", y compra artículos y obras a artesanos y artistas autónomos.
Otro informe difundido por la plataforma Airbnb este mes recoge que los cubanos que comparten o alquilan sus casas por este medio ganaron unos 40 millones de dólares en los últimos dos años, y que el 58 % de las anfitrionas son mujeres.
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