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España se ha convertido en uno de los destinos turísticos preferidos de los cubanos que residen en la Isla y gozan de mayor poder adquisitivo, afirma el periodista Fernando Ravsberg en el medio digital español El Público.
El uruguayo indica en su texto Turistas cubanos a España y en los mejores hoteles de Cuba que la mayoría de estos ciudadanos son trabajadores autónomos, cooperativistas pequeños, empresarios o empleados en empresas extranjeras, quienes obtienen un paquete que cuesta unos 2500 euros.
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El paquete incluye la visa Schengen para poder viajar a Europa, el pasaje aéreo, cuatro días en Madrid y dos en Barcelona en hoteles cuatro estrellas y visitas a espacios históricos como el Palacio Real, el Estadio Santiago Bernabéu y la Colonia Güell.
No obstante, expone que dentro del territorio nacional, el turismo de los locales también ha crecido durante los últimos nueve años. Menciona que en 2016, alrededor de un millón de cubanos se hospedaron en hoteles mediante la modalidad “todo incluido”.
Asimismo, manifiesta que en ese año los vacacionistas cubanos formaron el segundo grupo de mayor presencia en el turismo, solo superado por los canadienses tras sus 1.2 millones de visitantes.
Sin embargo, deja claro que los nacionales que gozan de este “privilegio” pertenecen a un reducido sector económico nacional y que otro grupo importante de huéspedes son los emigrados que en sus visitas acostumbran a pasarse algunos días en la playa acompañados por sus familiares.
Ravsberg afirma que las reformas económicas del Presidente Raúl Castro han brindado nuevas posibilidades a los ciudadanos cubanos para el acceso a los hoteles y la libertad de viaje al extranjero.
“Nadie hubiera creído hace unos años que en la isla hubiera gente con capacidad de pagar los hoteles cinco estrellas de Varadero y mucho menos que habría miles de personas viajando por Europa como turistas normales y corrientes”, refiere.
El creador del blog Cartas Desde Cuba igualmente señala que cientos de miles de cubanos de bajos ingresos hacen su turismo en los llamados campismos populares, una oferta que apenas supera el euro por noche en locaciones que tienen un confort que nada tiene que ver con los hoteles del país.
Con información de El Público.
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