El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) ha hecho énfasis, en los últimos días, en la creciente expansión en Cuba de un brote epidémico de conjuntivitis hemorrágica.
Aunque las primeras noticias llegaron el pasado mes de mayo, y la primera alerta se generó en Guantánamo, paulatinamente los medios de prensa de la Isla se han ido haciendo eco del peligro de propagación de la enfermedad a las restantes provincias del país.
Francisco A. Durán García ―director nacional de Epidemiología del MINSAP― ha declarado a Juventud Rebelde que "si bien las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y La Habana acumulan el mayor número de casos de la enfermedad, hay personas diagnosticadas en todas las provincias, lo que indica que ninguna está exenta de riesgo".
El elevado nivel de contagio de esta enfermedad aumenta los riesgos y las alertas. "Esta es una enfermedad muy transmisible, es decir, que se transmite rápidamente mediante el contacto directo o indirecto con el exudado de los ojos infectados, a través de las manos y objetos de uso personal, por gotitas expulsadas de vías respiratorias y por el agua de piscinas mal cloradas, todo lo cual facilita que la CHE se propague en disímiles superficies, y en el medio ambiente en general. Su causa es viral, afecta a todas las edades y cursa de forma epidémica”, añadió Durán García.
Su causa es viral, afecta a todas las edades y cursa de forma epidémica
La aglomeración de personas y el no establecer una adecuada higiene de las manos y del cuerpo favorecen especialmente el contagio. Otras vías de transmisión son las moscas, cucarachas y guasasas, que al entrar en contacto con las secreciones de personas enfermas contagian el entorno. El contagio se produce en los primeros cinco días después de que aparecen los síntomas iniciales.
Aunque los síntomas son conocidos por gran parte de la población cubana, pues en la Isla la enfermedad entró por primera vez en 1981, siempre conviene recordarlos y acudir al médico inmediatamente si se presentan algunos de los siguientes “irritación ocular, la sensibilidad a la luz, el lagrimeo, edema de los párpados, enrojecimiento de los ojos y malestar general”.
Es competencia exclusiva de un médico determinar un correcto diagnóstico, por lo que no debe recurrirse nunca a remedios caseros que pueden complicar el estado del paciente. Tampoco deben aplicarse colirios, ni medicamentos empleados en otros tipos de conjuntivitis, solo fomentos de agua fría; agregó el especialista.
“Si bien la conjuntivitis hemorrágica no compromete la agudeza visual, y aunque no es frecuente, sí puede, en caso de no ser atendida, presentar complicaciones como la uveítis (inflamación de la úvea, capa intermedia del ojo entre la retina y la esclerótica, parte blanca del ojo), y la queratitis (inflamación de la córnea)", detalló el especialista.
Desde el año pasado se está presentando un brote epidémico de Conjuntivitis Hemorrágica Epidémica (CHE) en otros países de la región, especialmente en Haití y República Dominicana, lo que las autoridades cubanas consideran una causa de su arribo a Cuba.
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