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No entrará ni un solo transgénero (personas que no se identifican con el sexo con el que han nacido) al Ejército norteamericano. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenó paralizar indefinidamente este viernes el reclutamiento de personas transgénero en el Ejército. Tampoco habrá tratamiento hormonal para las que ya están en las Fuerzas Armadas, según informó Telemundo.
De esta forma queda en papel mojado la decisión tomada por el ex presidente Barack Obama, que el año pasado aprobó abrir el Ejército a este segmento de la población y acabar con la marginación.
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Trump tomó esa decisión entendiendo que Obama había adoptado esa medida, que no ha llegado a entrar en vigor, sin tener pruebas suficientes de que el cambio (de sexo) no alteraría la cohesión en el Ejército ni afectaría a los recursos económicos militares.
El presidente de los Estados Unidos ha dejado en manos del Pentágono, específicamente del secretario de Defensa, decidir qué hacer con el futuro laboral de las personas transgénero (entre 1.300 y 6.600) de los 1,3 millones de integrantes del cuerpo militar.
Aunque ya se sabía que Trump no quería a las personas transgénero en el Ejército (lo aunció en julio), no fue hasta este viernes que oficializó su decisión.
Trump está convencido de que los transgéneros serán "una perturbación" para el resto de militares que, en su opinión, tienen que centrarse en ganar batallas.
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