La osamenta de un cocodrilo gigante muy rapaz, que midió más de diez metros de largo y data de la etapa del Mioceno fue encontrada en el río Cayajaná, en la provincia central de Sancti Spíritus. En declaraciones publicadas en la edición digital del periódico Escambray, Alejandro Romero Emperador, jefe del grupo espeológico SAMÁ, que realizó el hallazgo, explicó la importancia de este descubrimiento para el estudio y evolución de la especie en la Isla. Dijo que los restos del mencionado reptil fueron llevados al Instituto de Ecología y Sistemática, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, para su análisis y clasificación. En la orilla del Cayajaná, descarnada por la fuerza de las aguas de la presa Zaza, fueron localizados también huesos de varios dugones o sirénidos, una especie de mamíferos acuáticos emparentados con los elefantes. Por otra parte, el periódico Juventud Rebelde informa hoy sobre el avistamiento de la Polymita brocheri, especie de molusco de la cual desde hacía medio siglo no se reportaba existencia. El fotonaturalista Adrián González Guillén captó en una zona agreste del oriente cubano la primera foto conocida de este animal, cuyas poblaciones se encuentran amenazadas por los cambios climáticos, la destrucción del hábitat y las colectas inescrupulosas con fines comerciales.
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